Un tanque, así pude definirse al Olympique de Lyon, un tanque. Pero un tanque que se puede debilitar. Esa será la misión del Villarreal de Javi Calleja en el partido de vuelta de los dieciseisavos de la Europa League en el que deberá de remontar el (3-1) con el que se impuso el equipo francés en la ida. El Estadio de la Cerámica sueña con acoger una gran noche europea y deshacerse de su rival, un poderoso rival, el Olympique de Lyon.

Una imparable delantera

Si decíamos que el equipo que entrena Bruno Génésio es un tanque se debe en gran parte a su arrolladora delantera y línea ofensiva. Cuando las balas del Lyon entran con velocidad y potencia en campo contrario son imparables. Un conjunto de jugadores como Bertrand Traore, Memphis Depay, Nabil Fekir, Aouar y por supuesto Mariano Dïaz que son capaces de generar peligro con muy poco. 

Las internadas por la banda de Traoré fueron uno de los principales quebraderos de cabeza para la defensa amarilla en el partido de ida, siendo un peligro constante en la banda derecha, mientras que Aouar hacía lo propio por la izquierda. Un continuo desgaste en ambos perfiles que hicieron sufrir a los laterales del Submarino. Otro de los puntos a destacar del conjunto lionés es su amplio fondo de armario con jugadores como el incombustible Memphis Dapay, Maxwel Cornet o el ex del Celta Pape Cheikh; todos jugadores que refrescan la potencia de los franceses en los momentos más críticos de los partidos. Así se vio en el encuentro de ida con la entrada de Depay que revolucionó la línea de ataque llegando a meter un gol de altísimo nivel.

Y es que el Lyon es un equipo que es capaz de generar peligro sin apenas tener posesión. La calidad de sus jugadores hace que en cualquier desajuste de la defensa rival pongan en apuros a la defensa: un hueco aprovechado por una carrera de sus atacantes, una situación de superioridad por las bandas con la subida de sus laterales (especialmente el brasileño Rafael tiene una gran proyección ofensiva) o cualquier disparo lejano de alguno de sus tiradores, como Nabil Fekir. Precismente, este francés de ascendencia argelina es una de las claves del Olympique, con su presencia por detrás de los delanteros llegando con peligro desde segunda línea o distribuyendo pases de calidad.

Mención aparte requiere Mariano Díaz, el ex del Real Madrid que está viviendo un momento dulce en Lyon. Su potencia, su velocidad y su capacidad para el gol le hacen una pieza que tener en cuenta. En el encuentro disputado en el Conforama Stadium desquició a Álvaro y Víctor Ruíz con sus incorporaciones en carrera y su movilidad y agilidad dentro del área. 

Además de su capacidad ofensiva, el equipo se sustenta mediante un rocoso medio del campo, que, sin excesiva capacidad creativa, es profundamente destructor. El binomio conformado por Tousart y Ndombele se erige como una muralla que impide a los medios creativos del equipo rival apenas crear, pues su presencia realiza una función táctica fundamental a la hora de impedir las conexiones de los centrocampistas rivales.

Una defensa endeble

Sin embargo, cuando los centrocampistas que contienen la ofensiva contraria se ven sobrepasados, se muestra un equipo endeble y con constantes desajustes defensivos. En el anterior choque entre Villarreal y Lyon, se vio como el Submarino cuando conseguía combinar y hacerse con el control en el centro del campo, ponía contra las cuerdas al equipo de Génésio. El Villarreal con jugadores como Trigueros, Rodri, Castillejo o Fornals tiene una enorme capacidad conmbinativa y que, a la hora de crear fútbol desde la combinación es superior al Lyon. La clave de una hipotética victoria, residirá en la capacidad que tenga el Villarreal de hacer carburar su maquinaria creativa.

El gol de Fornals o las ocasiones generadas por Carlos Bacca fueron una muestra de la capacidad de minar la línea defensiva del equipo francés. El último paso estaría en superar al sobresaliente portero del Olympique, Anthony Lopes, de unos reflejos y agilidad reseñables. Por el momento, poca es la esperanza que guarda la parroquia grogueta de remontar el resultado adverso, pero sin duda,