Este sábado el Girona jugará uno de esos partidos que todos quieren disputar. Uno de esos partidos en los que disfrutas de verdad. Donde tienes poco que perder, pero mucho que ganar. Uno de esos partidos que más ilusionaban cuando el equipo consiguió el ascenso. El conjunto de Machín se enfrentará al Barcelona de Valverde, estrenándose en liga en uno de los templos del fútbol europeo y mundial, el Camp Nou. Será la clásica historia de David contra Goliat, pero el Girona ya ha vencido a otros gigantes.

El conjunto azulgrana asusta solo con su nombre, con su historia, pero esta temporada son algo más que eso. Ernesto Valverde ha sabido dar con la tecla adecuada y lleva a su equipo a un ritmo de récord. Los números del ‘Txingurri’, todavía invicto en liga, recuerdan mucho a los de Guardiola en su primera temporada. Sin embargo, quizá sea el mejor momento para enfrentarse a los culés, porque el Girona viene en un gran estado de forma, y el Barcelona últimamente no está mostrando su mejor juego.

Es una incógnita el sistema que planteará Valverde para el partido, si bien suele apostar por un 4-4-2, la recuperación de Dembélé podría cambiar las cosas. El extremo ha jugado poco debido a las lesiones, y el partido del sábado parece una gran oportunidad para que empiece a probarse. Si esto sucede, el sistema podría verse alterado y pasar a ser el tradicional 4-3-3, sin embargo, tampoco quedaría descartado un 4-4-2 con el francés abierto a la banda, algo que ya ha sucedido esta temporada.

Una cosa asegurada es que la portería será para Marc-André Ter Stegen, que está siendo un auténtico seguro de vida para el Barcelona esta temporada. Habiendo encajado 11 goles en 24 jornadas, solo le supera Oblak en la carrera por el Zamora, con solo dos goles encajados menos. Los datos hablan por sí solos y describen a la perfección la gran temporada del meta alemán, que ha salvado muchos puntos para su equipo.

En defensa, el Barcelona cuenta con dos de los mejores centrales del momento: Piqué y Umtiti. Los dos están en un pletórico estado de forma y juntos suponen un muro muy difícil de superar, tanto en un ataque estático como en un contrataque. Sin embargo, es posible que Valverde haga rotaciones y participen el recuperado Vermaelen o el recién fichado Yerri Mina.

También en defensa, Valverde ha recuperado la idea de los laterales ofensivos, idea que quedó un poco olvidada con Luis Enrique. Al jugar sin extremos, tanto Jordi Alba como Sergi Roberto tienen mucha más libertad para subir e incorporarse al ataque. Además, el gran estado de forma de los centrales, hace que sus compañeros en la banda se preocupen menos por la defensa y se dediquen mucho más a crear peligro ofensivamente, siendo así un constante dolor de cabeza para las defensas rivales. Y por si esto no fuera suficiente, Jordi Alba ha formado una sociedad letal con Leo Messi, los dos juntos son dificilísimos de parar y suponen una gran amenaza.

En la medular es donde más poderío y más variedad tiene el Barcelona, con una oferta larguísima de centrocampistas de calidad, nadie le puede discutir su hegemonía en esta zona del campo. La creación de juego empieza en Busquets, que actúa como pivote, el de Badía recupera todo balón que pasa a su lado y empieza a distribuir con un toque exquisito. Después, la calidad de jugadores como Iniesta, Rakitic, y ahora también Coutinho hace el resto, consiguiendo así que el Barcelona domine de cabo a rabo la mayoría de partidos. Otro centrocampista al que Valverde recurre mucho es Paulinho, que no es un experto en el toque pero le aporta mucho físico y potencia al centro del campo azulgrana, algo que sin él no tendría. Además, el brasileño tiene mucha llegada.

En la delantera, el Barcelona cuenta con los insustituibles Luis Suarez y Lionel Messi, los dos máximos goleadores de la liga. El argentino tiene un desborde incomparable, con el que no pueden ni las mejores defensas europeas. El uruguayo es fuerza y potencia personificada, algo que, sumado a un grandísimo olfato goleador, le convierte en uno de los mejores ‘nueves’ del mundo. Además, el conjunto azulgrana incorporó en verano a Dembélé, al que no han tratado bien las lesiones pero que si empieza a carburar como hizo en Dortmund puede completar un tridente letal. Es muy probable que el sábado Valverde vuelva a intentarlo con el francés.

Para frenar este gran poderío ofensivo que tiene el rival, el Girona tendrá que ser muy solidario en defensa, cerrar las líneas y estar atento a cualquier imprecisión del rival para salir a la contra. Luego, confiar en el desequilibrio de los carrileros y esperar que Portu y Stuani tengan su día.