El Real Madrid volvió a los entrenos un día después de la victoria cosechada ante el Leganés. Una victoria trabajada por un equipo formado por muchos de los menos habituales. De hecho, Modric, Kroos y Marcelo, junto a Vallejo; continúan actualmente con sus respectivos procesos de recuperación. A diferencia del resto, titulares indiscutibles, el central realizó trabajos en el césped con y sin el balón.

Los futbolistas que jugaron el encuentro en Butarque, excepto Kovacic, Casemiro y el guardameta Kiko Casilla que realizaron carrera en el verde, el resto realizaron ejercicios en el interior de las instalaciones. Junto a los futbolistas que no disputaron el encuentro, contó con cinco integrantes del Castilla: Quezada, Seoane, Manu Hernando, Reguillón y Feuillassier.  Otro de los "invitados" fue Darío, portero del Juvenil A.

El balón fue el principal protagonista del entreno, en el que se empezó a preparar el choque que le enfrentará al Alavés. Uno de los partidos muy a tener en cuenta ya que es probable que tenga en ese duelo la baja de los lesionados. La remontada cosechada ante el equipo pepinero, puede ayudar a mantener la buena dinámica como se pudo sacar de las palabras tras el partido de varios futbolistas.

Es importante volver a coger buenas sensaciones de cara al encuentro de vuelta de la Champions ante el PSG. Porque a pesar del buen resultado de la ida, ese tres a uno en casa, no hay que considerarlo ya hecho. Y más teniendo en cuenta la buena plantilla que tiene el club parisino.

El equipo comenzó la sesión con varios ejercicios de calentamiento. Y seguidamente, ejercicios de posesión del balón, y otros de presión. Varios de los aspectos que ha hecho que el conjunto desde que lo cogió su entrenador Zinedine Zidane, fuera considerado uno de los mejores de la historia.