El Athletic llegaba a San Mamés con la obligación de ganar ante el colista de la primera división, el Málaga CF que también aterrizaba en Bilbao necesitado de puntos. Los de Ziganda venían de lograr el pase a octavos de final de la Europa League y buscaban acabar de una vez por todas con la crisis liguera.
Gran primera parte rojiblanca
Los primeros veinte minutos de partido desataron la locura en La Catedral. El Málaga golpeó primero con un tanto de En-Nesyri tras una gran asistencia de Lestienne. Sin embargo, el Athletic no se dejó intimidar y su reacción en forma de gol no tardó en llegar. Los bilbaínos hilaron una gran jugada colectiva y De Marcos puso un centro medido al pie de Susaeta para que este enviara el balón al fondo de las mallas.
Con el empate en el bolsillo, el Athletic dominaba el balón y el Málaga buscaba salir rápido a la contra. La suerte volvió a esquivar al conjunto blanquiazul cuando Adrián se lesionó a la media hora de partido y tuvo que abandonar el campo siendo sustituido por Mehdi Lacen.
El parón de la lesión le sentó bien a un Athletic que comenzó a asediar el marco malaguista. Beñat lo intentó pero su disparo lo despejó Roberto a córner. Ese córner acabaría propiciando el 2-1 después de que Mikel San José rematara de volea y consiguiera un magnífico gol que consumaba la remontada de los leones.
Kepa evitó la reacción malaguista
Tras el descanso el Málaga salió decidido a voltear el marcador. La oportunidad de oro surgió cuando Lekue cometió un penalti claro sobre Roberto Rosales. Extramotivado por su gol anterior, En-Nesyri fue el encargado de lanzarlo pero Kepa salvó el empate con una enorme parada.
Tanto Kepa como En-Nesyri continuarían como protagonistas de la segunda mitad. El guardameta bilbaíno realizó un par de paradas de mucho mérito mientras que el atacante marroquí se autoexpulsó al dejar la pierna en un lance con el propio Kepa.
Con el resultado de 2-1 el árbitro señaló el final de un encuentro en el que probablemente el Málaga mereció más pero Kepa y la buena primera parte del Athletic bastaron para que los locales rompieran su racha de seis partidos sin ganar en Liga.