Saúl Ñíguez vuelve a ser aquel todoterreno que sorprendió a toda Europa y por el que preguntaron grandes clubes como el FC Barcelona o el Manchester United. Importantísimo en la faceta defensiva y clave en la ofensiva, parcela donde es clave, ya que siempre que está cerca del área crea un peligro importante. Le da igual jugar de “5”, de “8” o por banda.

Un jugador que no ha parado de crecer. Desde que debutó en 2012 con el Atlético en un partido de Europa League, consiguió tumbar la puerta que le daba la oportunidad de ser un jugador del primer equipo tras cuajar una temporada 2013/2014 excelente con el Rayo. La siguiente temporada volvió al equipo y, aunque no fue titular indiscutible hasta 2016, demostró que era un jugador más que válido para el primer equipo. Grandes exhibiciones por Europa, como aquel gol al Bayern en semifinales o las tres rondas consecutivas en las que consiguió aportar algún gol.

Pero esta temporada no estaba jugando a su mejor nivel, aunque sí es cierto que aun con ello ha cuajado muy buenos partidos. Pero parece que el 2018 ha sido un momento de inflexión para el ilicitano, ya que ha mejorado paulatinamente hasta el día de hoy. Ya cuajó un buen partido contra el Copenhague en la ida de la eliminatoria, donde consiguió un importante gol tras cabecear un centro perfecto de Griezmann. Ayer en Sevilla ofreció su mejor cara del curso, ayudando en la parcela defensiva y siendo un puñal en banda. De sus botas salió el pase que permitía a su socio en la UEFA Europa League (Griezmann) marcar el quinto de la noche y el tercero en la cuenta particular del galo. El centrocampista corrió por banda izquierda, zafándose de los rivales que se le echaban encima, para servir un balón perfecto al corazón del área donde esperaba Antoine para rematar a placer. Una buena manera de cerrar el superlativo partido que había realizado Saúl.

El estado de forma del ilicitano será clave para seguir en la persecución del Barcelona, que se encuentra a siete puntos, pero con un partido pendiente entre los dos equipos que se jugará el próximo fin de semana en el Camp Nou. Además, Saúl se muestra confiado en la Europa League, competición que él mismo se ha encargado de tildar como prioritaria y que lucharán hasta el final por llevársela. Su siguiente rival será el Lokomotiv ruso, partido correspondiente a los octavos de final.