Querer no siempre es poder

El partido arrancó en Martiricos bajo una fina lluvia que hizo que el terreno de juego estuviese rápido al igual que el juego desplegado por ambos equipos en un partido dinámico, algo que se prevé en un derbi andaluz. El conjunto de José González salió claramente queriendo dominar y tener el balón, algo que hizo durante toda la primera mitad salvo unos minutos del ecuador de los primeros 45 minutos.

Pero pronto comenzaron a llegar los fantasmas que atormentan al conjunto 'boqueron', llegó el gol visitante. El tanto fue obra del 'tucu' Correa a pase picado de Nolito que consiguió sortear a la defensa. El jugador argentino se tiró a por el balón y con la puntera de la bota consiguió cruzarla al palo izquierdo de Roberto y, tras rebotar en él, consiguió perforar la portería blanquiazul, poco más pudo hacer el guardameta. Un fallo en defensa del Málaga que estaba jugando mejor y llevando peligro pero a la segunda ocasión que tiene el cuadro hispalense consiguió inaugurar el luminoso de La Rosaleda.

Después de esto, llegaron los minutos de mayor igualdad del partido, incluso por varios minutos se dejó ver el dominio del juego y del balón de los muchachos de Montella. Tras este espejismo e impulsados por la afición, el Málaga volvió a reaccionar y dispuso de los mejores minutos y ocasiones de lo que quedó de juego hasta que Del Cerro Grande indicó el camino hacia vestuarios. 

Poco más se pudo destacar de un primer tiempo en el que dominaron y tuvieron las ocasiones los 'boquerones' pero no supieron materializarlas siendo uno de los damnificados un impasible Isaac Success. El nigeriano fue sustituido a la media hora del terreno de juego por En-Nesyri tras una primera parte para el olvido y en la que parecía no querer jugar, algo que no solo reprochó el respetable sino sus propios compañeros. Por su parte, el Sevilla no tuvo más de tres ocasiones pero fueron suficientes para dar el susto e irse ganando al término de los primeros 45 minutos.

Buen juego pero sin goles

Tras la reanudación el cuadro dirigido por González salió enchufado en busca de un gol que le diese esperanzas de conseguir una victoria que les hiciese soñar con la salvación. Después de varios minutos de dominio malaguista volvió a imperar la igualdad hasta que, entrados en los últimos 20 minutos, fue un asedio local constante a la portería defendida por Sergio Rico pero este no tuvo que intervenir a penas.

El conjunto de Montella pese a sufrir el dominio 'boquerón', no se arrugó y supo frenar las internadas de un incombustible Rolan, la lucha de Ideye y las galopadas de En-Nesyri. Aún así, durante varios minutos el nerviosismo se apoderó de los de Nervión que veían como no podían frenar el ímpetu de un Málaga al que solo le faltó el gol.

En los minutos finales se creó un clima de tensión debido al resultado y al detonante, la entrada de Sandro Ramírez al terreno de juego. El ex malaguista fue recibido con una ensordecedora pitada, algo que se repetía cada vez que tocaba el balón. Poco más hasta el pitido final del encuentro, siguió 'achuchando' el Málaga pero, es difícil conseguir algo si no se dispara a puerta en el partido.

Una derrota que ha calado

Después de esta derrota el Málaga sigue sin levantar cabeza, ve como las jornadas pasan y pese a que se juega medianamente bien, no se consiguen goles ni victorias, una frustración constante que, una jornada más los mantiene últimos en la clasificación.

Por su parte, el conjunto de Montella ha conseguido una victoria balsámica, tras la dura 'paliza' sufrida ante el Atlético de Madrid, e importante en un campo siempre difícil para los sevillistas que continúan en la pelea por ascender en la tabla y conseguir la cuarta plaza que les de acceso a la Champions League.