Difícil encuentro el que tendrá el Cádiz CF este sábado (18:00 horas) en El Sadar, ante un rival directo en la pelea por el ascenso como es el Atlético Osasuna. En juego, más que tres puntos para ambos equipos, y si el conjunto amarillo desea rescatar un resultado positivo, a bien seguro deberá tener en cuenta, entre otras, las siguientes claves.

Prolongar la racha local

No llega en su mejor momento de forma el Cádiz, que ha sumado seis puntos de los últimos 15 en juego (una victoria, tres empates y una derrota), pero su rival del sábado se encuentra en una dinámica ligeramente inferior, pues en su caso solo son cinco unidades las que ha agregado en su casillero en los últimos cinco choques (una victoria, dos empates y dos derrotas), una dinámica que ha cortado una buena trayectoria y que le ha hecho bajar de los puestos de playoff en favor de rivales como Numancia o Sporting. Los rojillos, aún con 43 puntos y a uno solo de playoff, saben que se juegan algo muy importante y que ganar este sábado supondría vital para recortar diferencias con un rival directo, el Cádiz, que ahora mismo le saca cinco puntos de ventaja. Pero tampoco llegará relajado el conjunto de Álvaro Cervera, que puede ver alejarse el tren del ascenso directo si no logra un resultado positivo este fin de semana.

Los amarillos contarán también con otro dato de carácter positivo, y es que Osasuna solo cuenta una victoria en sus últimos cuatro partidos en casa, ante la Cultural Leonesa (2-1), su única victoria como local en lo que va de año junto a la del Valladolid (4-2) en la apertura de 2018. También ha visitado El Sadar el segundo clasificado, un Rayo Vallecano que sacó un punto (1-1) al igual que hiciera el Reus (0-0), mientras que el Nàstic, equipo de la parte baja, lograba llevarse los tres puntos en el encuentro aplazado correspondiente a la jornada 17.

Recuperar el gol

El Cádiz aún no ha logrado ningún gol a domicilio en lo que llevamos de 2018

Con solo 16 goles recibidos, el Cádiz es, con mucha diferencia, el equipo menos goleado del fútbol de plata. Superar a Cifuentes y la muralla defensiva amarilla no es tarea fácil y en ello ha cimentado buena parte de sus éxitos en una temporada en la que, a diferencia de la anterior, no se está logrando ver puerta con facilidad. El equipo de Cervera solo ha materializado 28 tantos (uno de media por partido exactamente), 11 menos de los que llevaba la campaña pasada a estas alturas. Para más inri, la cifra no ha crecido demasiado desde el comienzo de año, y en concreto fuera de casa aún no se ha visto puerta en lo que llevamos de 2018 (curiosamente, el único gol lo logró Álvaro García ante el Sevilla en Copa).

Pero la mayor preocupación reside en la delantera, en un importante estado de sequía. Ninguno de sus cuatro componentes ha visto puerta en lo que va de 2018, siendo José Ángel Carrillo, en el Cádiz – Barça B del 15 de diciembre, el último que pudo celebrar un gol, y para ello hay que remontarse hasta la jornada 19. Una más en el caso de Dani Romera, que empezaba un buen momento de forma con su doblete al Betis en Copa y lo completaba en Liga con un gol en dos jornadas consecutivas, ante Albacete y Zaragoza en las fechas 17 y 18, respectivamente. David Barral no se ha llevado el gato al agua en Liga desde la jornada 15, completando la goleada cadista en El Molinón (0-3), con la salvedad del gol en el Benito Villamarín a finales de noviembre en Copa. Por último, Jona Mejía, llegado en el mercado de invierno, aún no ha inaugurado su casillero en su segunda etapa como miembro del Submarino Amarillo.

Carrillo, el último delantero que consiguió ver puerta, ante el Barça B | Foto: LaLiga
Carrillo, el último delantero que consiguió ver puerta, ante el Barça B | Foto: LaLiga

Salir “con el cuchillo entre los dientes”

Cervera lo dejó completamente claro en la rueda de prensa previa al encuentro. Y es que este Cádiz está basado, entre otras cosas, en el sacrificio y en el esfuerzo, en correr más que el rival. Los amarillos están encontrando problemas en ese aspecto, y la pasada jornada ante el Lorca corrió cuatro kilómetros menos que el rival, lo que hace perder enteros al Submarino Amarillo.

Ese despliegue y esa intensidad se necesitan más que nunca este sábado en El Sadar. Osasuna es un equipo construido a base de garantías, de jugadores que años atrás ya han marcado las diferencias en la categoría de plata, y otros muchos que sin duda se prestan a jugar en Primera. La calidad posiblemente decante la balanza a favor del conjunto de Diego Martínez (que también conoce sobradamente LaLiga 1|2|3 tras un gran papel en el Sevilla Atlético), y por ello el Cádiz necesita correr tanto o más que su oponente para, cuanto menos, nivelar las fuerzas. Independientemente de la situación clasificatoria, este equipo siempre necesita “correr como un equipo pequeño”.

Derribar un muro llamado Sergio Herrera

Aunque Segunda está plagada de fantásticos guardametas, en rara ocasión se mira con lupa a quién ocupa la portería rival, y menos aún en un equipo en el que hay jugadores como Fran Mérida, Roberto Torres, David Rodríguez o Xisco Jiménez. Pero bajo palos espera, una vez más, un viejo conocido como Sergio Herrera, que a buen seguro el cadismo tendrá en la memoria tras lo sucedido en la primera vuelta.

Sergio Herrera, uno de los metas más destacados de Segunda | Foto: Miguel Guerrero (VAVEL)
Sergio Herrera, uno de los metas más destacados de Segunda | Foto: Miguel Guerrero (VAVEL)

Sergio Herrera detuvo tres penas máximas en el partido de la primera vuelta en Carranza

El de Miranda de Ebro, en el partido de la primera vuelta entre Cádiz y Osasuna, fue el ejemplo perfecto de cómo transformarse de villano a héroe. Nervioso y algo caliente al arranque del choque, al cuarto de hora de juego propinaba un codazo tan evidente como innecesario a Servando en el interior del área, decretando el colegiado la pena máxima para los de Cervera. Aitor García le ponía a prueba desde los 11 metros y el burgalés le ganaba la partida desviando el tiro. Pero lo mejor, no obstante, llegaba en el segundo tiempo después de que el ex cadista Aridane derribase a Barral cerca de la línea de fondo. Nuevo penalti, que esta vez tomaba el propio ariete isleño, el cual se topaba en un primer momento con el cancerbero rojillo, cuando el árbitro dijo que tenía que repetirse el lanzamiento. Pero a la segunda, nuevamente Herrera apareció para desesperación de los cadistas. Tres penaltis parados en un mismo partido, algo poco habitual y que Osasuna castigaría anotando dos goles después de eso para llevarse la contienda (0-2).