El Levante fue derrotado en los últimos compases del encuentro por el Deportivo Alavés a domicilio. Tras un encuentro físico, en el que ambos equipos se vieron finalizando el mismo con diez hombres, Laguardia encontraba el gol tras un vendaval de ocasiones que tuvo el equipo alavesista y que entre la línea defensiva encabezada por Erick Cabaco, y con el guardameta Oier, no dejaron que llegara el ansiado tanto.

El central uruguayo no es de los futbolistas más utilizados en los sistemas por Muñiz. Pero hoy se mostró muy seguro y complicando en muchas ocasiones las internadas del Alavés. Y es que tan solo el tanto conseguido por el futbolista del Alavés en un error defensivo de Boateng, empañó el trabajo de los futbolistas del Levante. Un equipo que acabó siendo aplaudido por los aficionados que se dirigieron al estadio del equipo vasco.

Si Oier fue con sus manos un muro en la portería, el charrúa con su tesón, piernas y saber estar lo fue en la zaga defensiva. Y es que el futbolista sudamericano tan solo lleva diez encuentros (contando el duelo ante el Alavés) esta campaña con el equipo levantinista. Y fue su tercera derrota. Con él ha vencido en tres ocasiones, dos en Copa. Y los cuatro restantes empató.

Cuando tuvo lugar la expulsión de Chema, obteniendo un penalti el equipo vitoriano, todo parecía ponerse cuesta arriba para el equipo valenciano. Pero con los dos protagonistas que hemos hablado y muy especialmente el ex futbolista del Nancy, no dio grandes opciones a los ataques realizados por el equipo local. 

Tal fue el trabajo realizado por Cabaco que en los últimos momentos del encuentro tuvo que realizar estiramientos, por unos calambres que sintió en sus piernas. Y es que su trabajo fue encomiable y muy a tener en cuenta para futuros encuentros.