En una lluviosa tarde de sábado llegaba el Málaga a Butarque para disputar otra final tras la dolorosa derrota frente al Sevilla el pasado miércoles, no era menos para un Leganés que se estaba despistando en sus últimos partidos y cada vez caía más abajo en la clasificación.
La principal novedad en el once de José González fue la presencia de Alberto Bueno, que sustituía a Ideye, en la delantera. También jugó Federico Ricca que volvía tras lesión, en detrimento de Diego González.
Un comienzo sin chispa
Aunque sin mucho peligro, fue el equipo de Asier Garitano el que empezó dominando el choque. La única ocasión clara de los primeros compases la tuvo en sus botas de Nabil El Zhar, que mandó fuera un balón cuando se encontraba a escasos metros de Roberto, con todo a favor.
Poco a poco se hizo el Lega con la posesión, llegando hasta la portería malaguista con jugadas muy largas, pero fue el Málaga, de la mano de Diego Rolan, el que empezó a tener más ocasiones, dos en concreto tuvo el delantero uruguayo, aunque solo una de ellas hizo trabajas a 'Pichu' Cuéllar. Por su parte, En-Nesyri y Bueno fueron prácticamente invisibles a lo largo de la primera mitad.
El colegiado y la mala fortuna eclipsaron a un Leganés que fue mejor
La segunda parte, como la primera, comenzó con pocas ocasiones, las que había no eran claras, pero era el conjunto pepinero era el que volvía a rondar la meta defendida por Roberto. Hasta que en el minuto 55 apareció Javi Eraso, desde la izquierda y entre los dos centrales malaguistas, para cabecear un centro de Diego Rico, que parecía estar en fuera de juego, aunque el asistente no lo señaló.
Tras el duro mazazo del gol en contra el Málaga intentó mantener el esférico e incluso dar un paso adelante buscando a los delanteros, que seguían siendo invisibles, pero no consiguió quitárselo al Lega, por lo que José González dio paso a un Ideye que en la primera que tocó se acercó muy claramente a la portería pepinera.
Y no tardó en llegar el segundo del Leganés, lo puso en el marcador un ex del Málaga, Nordim Amrabat, que no veía puerta en La Liga desde que vestía la elástica malaguista. El delantero marroquí regateó a Lacen en la frontal y disparó potente y cruzado un balón que Roberto no pudo detener. El esférico votó justo delante del guardameta.
El Málaga intentó reponerse tras otro duro jarro de agua fría dando paso a jugadores que no estaban teniendo minutos como Juanpi y Kuzmanovic, pero el equipo estaba totalmente roto y seguía estando más cerca el tercero del Leganés que el primero de los hombres de José González.
Los últimos minutos del partido fueron aun más agónicos. Las ocasiones del Leganés se sucedían y el único futbolista que respondía era Roberto, que no estaba dispuesto a encajar ni un gol más.