Un duelo directo por la Europa League. El Submarino Amarillo, sexto con 41 puntos, sabía que este encuentro era crucial en la lucha por los puestos para disputar la segunda competición continental a nivel de clubes. Además, con una victoria conseguida en los últimos cinco partidos, los de Calleja eran conscientes de que tenían que volver a recuperar la competitividad, conseguir los tres puntos y dar una buena imagen para disipar fantasmas.

El Girona, octavo con 37 puntos, debutante en Primera y que está deslumbrando en su primera participación en su historia en Primera División, es sabedor de que su principal objetivo, la permanencia, está conseguido a falta de pequeños flecos y que una victoria en el Estadio de la Cerámica le colocaría en la carrera por la Europa League ya que un triunfo lo colocaría a un punto del Submarino, conjunto que marca la frontera con los puestos europeos.

Con respecto al partido de la anterior jornada en Ipurua, que se saldó con derrota (1-0), Javi Calleja revolucionó el once del Submarino con seis cambios respecto al equipo titular de la anterior jornada dando entrada a Bonera y Costa por Victor Ruiz y Rukavina en defensa, recuperando el clásico rombo con las entradas de Trigueros y Castillejo por Fuego y Chrysev y la entrada de Bacca por Enes Unal y de Pablo Fornals por Roger Martinez. Por su parte, el Girona de Machin, que venía de vencer al Celta, repetía el mismo once que consiguió los tres puntos ante el conjunto vigués.

El Villarreal lo intenta y el Girona mata

El planteamiento era claro. El Villarreal se adueñó del balón, rondando la posesión por encima del 60% y, a partir de esta, construir las ocasiones a través de un jeugo elaborado y meditado para aprovechar cualquier resquicio en la rocosa defensa gerundense y conseguir el gol. Sin embargo, esa misma fortaleza defensiva impidió al Submarino disfrutar de ocasiones claras ya que se acercaba al área rival pero no encontraba portería en sus acercamientos.

Por su parte, el Girona, sabedor de que el guion inicial del partido sería este, no se encontró incómodo y, desde esa rocosidad y esa buena organización en virtud del 3-4-2-1 que puso Machin en el verde, resistió el empuje inicial hasta conseguir, en su primer acercamiento a la portería de Asenjo, el primer tanto del encuentro.

En el minuto 16, un centro medido de Borja Garcia fue aprovechado por Christian Stuani que, zafándose de la marca de Alvaro y con un giro de cabeza preciso, cabeceo el balón colocándolo en la esquina superior derecha a la que no pudo llegar Asenjo. El Girona, presumiendo de eficacia y del estado de gracia de Stuani –lleva 14 goles el delantero uruguayo, su record en Primera División- consiguió adelantarse con su primer remate a puerta.

Superioridad amarilla sin frutos

El gol no se correspondía con lo visto en el encuentro pero el Villarreal no se desanimó y lo siguió intentando. Poco a poco, el Submarino empezó a acercarse con más peligro, destacando un remate raso de Fornals y un chut de Manu Trigueros tras jugada individual que paro Bono. El Girona, que no volvió a acercarse a las inmediaciones de Asenjo, basó su encuentro en quedarse atrás y hacer la presión en conjunto a la hora de la salida de balón para reducir la velocidad y precisión de la salida de balón amarilla, una de las claves que Javi Calleja resaltaba durante el partido para hacer daño al conjunto grundense. Sin embargo, el Girona consiguió resistir y marcharse al túnel de vestuarios con el 0-1 en el marcador.

Aumento del dominio groguet

Sabedor de que este resultado dificultaba sus aspiraciones europeas, el Villarreal salió con más ímpetu en este segundo tiempo, con la idea de igualar el marcador cuanto antes para lanzarse por la victoria. Tanto Fornals como Bacca, que falló un uno contra uno con Bono lo intentaba y el Submarino lo seguía intentando sin premio. Las ocasiones y la posesión del balon -70% para el Villarreal- eran amarilla.

El conjunto groguet rozó el gol con un remate desde la frontal de Roberto Soriano que se envenenó y obligo a Bono a lucirse. El Girona, por su parte, resistia estoicamente a las acometidas villarrealenses esperando a tener su oportunidad para rematar a los de Calleja.

El ‘Choco’ Lozano remata al Submarino

Y esa oportunidad llegó. En el 80’, el ‘Choco’ Lozano, que entró en la segunda parte por Stuani, comandó una contra con Portu y el hondureño, en la frontal del área, apuntó a portería y sacó un latigazo que se clavó en la escuadra de Asenjo que no pudo hacer nada para evitar el segundo tanto de los de Machin.

Desde ahí, el empuje amarillo se diluyó y el encuentro finalizó con el runrun de la grada, constante en el encuentro desde el gol de Stuani y con un Villarreal que está en crisis, con solo cuatro puntos conseguidos de los últimos 18 y una victoria lograda en los últimos seis partidos ante un Girona que viene lanzado, que vuelve a ganar fuera de casa seis partidos después, que logra su segunda victoria consecutiva y que, con 40 puntos, alcanza la permanencia virtual y se pone a un punto del Villarreal, añadiendo un rival más a la lucha por la Europa League.