A todo aquél que se le menciona el Getafe, se le viene inmediatamente a la cabeza un equipo rocoso, pegajoso, difícil de superar y, sobre todo, competitivo hasta el final. Todo ello, o buena parte, ha sido obra de José Bordalás. Hace 15 meses cogió a un club desahuciado y con las miras puestas en el descenso a Segunda B. Sin embargo, hoy la realidad es muy distinta. 11º con 36 puntos, con  la permanencia en su mano, su objetivo se podría decir es alcanzar los puestos de Europa League.

Sin embargo, los números del Coliseum contrastan, y de qué manera, con los cosechados fuera de casa. Mientras que en su feudo ostentan el gran porcentaje de sus puntos conseguidos (27), cuando viajan les cuesta sacar alguna renta. Ante su afición, los registros son de ocho victorias, tres empates y tres derrotas (no caen desde 14 de octubre ante el Real Madrid). Esto les sitúa como el quinto mejor local de La Liga.

El Getafe baja sus prestaciones fuera de casa: 9 puntos de 39 posibles

Lo contrario cuando ejercen de visitante: un triunfo, seis empates y seis derrotas. O lo que es lo mismo, nueve puntos de 39 posibles (15º). Y no ganan desde que lo hiciesen en el 'Derbi Histórico' ante el Leganés en el Municipal de Butarque en la jornada 3. A pesar de ello, es cierto que logró arañar puntos de campos muy complicados, como por ejemplo en el Nuevo San Mamés (0-0 ante el Athletic Club), en el Ramón Sánchez Pizjuán (1-1 ante el Sevilla) o el propio Camp Nou (0-0 ante el Barcelona).

Esas salidas se han convertido en una asignatura pendiente para el técnico alicantino. Los azulones, que no dejan escapar prácticamente ni un solo punto en su fortín, deberán de mejorar sus números cuando salgan de su zona de confort para seguir aspirando a soñar con Europa. Eso sí, sin olvidar que el primer paso que hay que dar es el de la salvación matemática. Porque una de las grandes virtudes del club y sus aficionados es esa, mantener siempre los pies en el suelo.

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