Un año y un día atrás, José Bordalás cumplía 53 años. Lo hacía con un Getafe que acababa de recibir el día anterior una goleada en su visita al Girona en Montilivi (5-1). De ese modo, se quedaba en la 6ª plaza, la última que daba un cupo de acceso a los Playoffs de ascenso a Primera División.

Y como se arrancaba este artículo, un año y un día después, el técnico alicantino mantiene a los azulones 15 puestos más arriba. Es decir, en la 11ª plaza de La Liga, la máxima categoría del fútbol español, coqueteando con Europa. Esto significa que logró el ascenso con el Getafe. Lo hizo tras quedar 3º, estando a punto de dar caza al 2º clasificado, el propio Girona. Finalmente, se vieron abocados a luchar por el último billete para viajar a Primera mediante unos durísimos Playoffs.

Un guion de película. Antes, Bordalás tuvo que revivir a un equipo que agonizaba en el descenso de La Liga 123, rumbo a Segunda División B. Ángel Torres, tras destituir a Juan Eduardo Esnáider, no se lo pensó dos veces. Le llamó. Y de qué forma iba a dar con la tecla el presidente azulón.

Con el técnico alicantino hicieron una remontada espectacular, dotándoles de una identidad de nuevo, el 'Geta' se convirtió en un aspirante más al ascenso. No es el juego, sino el triunfo lo que más le duele a sus detractores. La forma de competir que tanto molesta y que tanto éxito le está dando.

José Bordalás durante la fiesta del ascenso. / Foto: La Liga
José Bordalás durante la fiesta del ascenso. / Foto: La Liga

Finalmente, tras eliminar a Huesca en la primera ronda, y remontar en el Coliseum al Tenerife, el Getafe lograba su retorno a Primera. Los flashes buscaban a una persona. Y era ella: José Bordalás. Alguien al que se le negó la oportunidad de entrenar en La Liga tras conseguir otro ascenso el curso anterior.

Pero el destino le tenía guardada otra. Y esta vez lo pudo cumplir. El propio Ángel Torres lo confirmó a los micrófonos de Movistar + en plena fiesta del ascenso. Lo hizo un 20 de agosto de 2017, en el Nuevo San Mamés. De donde, por cierto, sacó el primer punto de esta campaña. Casi nada.

Y hoy, a 6 de marzo de 2018, con 54 años y un día, el alicantino compite por sellar cuanto antes la permanencia -si es que no la ha conseguido ya- y soñar con Europa con el Getafe. Una persona y un club que estaban obligados a encontrarse.