Real Oviedo y CD Tenerife se repartieron los puntos en el Carlos Tartiere. El conjunto carbayón maniató durante toda la primera parte al equipo isleño, gracias al 4-3-3 que planteó Anquela subiendo al defensa Forlín al centro del campo para apoyar a Rocha y Folch. Sólo el revulsívo de Juan Villar valió para sacar un punto del estadio ovetense.

Los carbayones salieron con gran intensidad desde el minuto el pitído inicial, conscientes de la necesidad de quedarse con los 3 puntos. Pero poco a poco fue ganando metros el CD Tenerife, que estuvo rendido al Oviedo durante todo el primer cuarto de hora. Solo acciones aisladas de Berjón y Ñíguez intentaron descerrajar la meta tinerfeña.

En el minuto 19, Saúl Berjón logró bajar de espaldas un pase medido de Aarón para batir a Dani Hernández. La estática defensa del Tenerife vió impasible como la pelota entraba en su portería sin atisbos de remediarlo, se pedía fuera de juego que mas tarde, las imágenes validarían. 

Por detrás en el marcador, los tinerfeños no mejoraron y el partido siguió dominado por un Real Oviedo que no dejaba salir al rival de su campo. Aarón Ñíguez estaba especialmente motivado ante sus ex equipo. En el minuto 23 intentó batir denuevo a Dani Hernández con un gran tiro que blocó el guardameta sacando el ¡Uy¡ a la animosa afición del estadio azul.

Dos minutos más tarde llegaría la primera polémica del partido: Posible penalti a Aarón tras una dura entrada de Aveldaño que se quedó en protestas airadas. El ilicitano fue también protagonista, en una última acción en la que reclamó penalti por un golpe de Raúl Cámara justo antes de ir al descanso, el arbitro Ocón Arráiz mando seguir el juego

En la segunda parte el Tenerife comenzó a aumentar su posesión y estuvo mejor ordenado atrás que en la primera mitad. Los cambios del técnico isleño darían sus frutos y en el minuto 67 Juan Villar anotó un golazo de volea en el que nada pudo hacer el meta carbayón. Merecido premio al empuje del equipo canario que no cejó hasta batir la meta de un sorprendido Juan Carlos.

Con el empate a uno, los tinerfeños encerraron al Oviedo en su campo, que dio un paso atrás tras haber perdido la ventaja en el marcador. El Tenerife ganaba casi todos los duelos individuales y anuló las opciones de los carbayones de reencontrarse con la victoria en el Carlos Tartiere. Finalmente, el partido terminó con un corre-calles sin control, donde ninguno de los dos equipos querían jugar la pelota en el piso. 2 puntos que se escapaban del feudo ovetense.