Viendo la delantera del Granada no resulta extraño que el conjunto nazarí sea uno de los más goleadores de la categoría. Sin embargo, es curioso ver como el puesto de máximo anotador no lo ocupa ninguno de los tres arietes. Rey Manaj está asumiendo un rol secundario y solo ha visto puerta en una ocasión, Adrián Ramos, tras un comienzo dubitativo marcado por las lesiones, empieza a enchufarse como demostró con su doblete ante el Alcorcón, mientras que Joselu continúa con su sequía goleadora, que ya dura nueve jornadas. 

El nombre que encabeza la lista máximos realizadores del Granada no es otro que el de Darwin Machís. El venezolano volvió a erigirse como estandarte del equipo el pasado sábado en el Anxo Carro al anotar el único gol de los rojiblancos. Con este tanto, el extremo suma once goles, reafirmándose como hombre gol del Granada superando a Joselu, con nueve. 

Con estos números, Machís no solo se coloca como máximo goleador del Granada, sino que supera su propia marca anotadora, la cual databa de la temporada 2013/2014, cuando el venezolano metió diez goles con el Granada B en el grupo IV de la Segunda División B. 

Sin duda, el extremo es uno de los intocables de Oltra y así lo demuestra jornada tras jornada. A su verticalidad y desborde ha sumado esta temporada una efectividad de cara a puerta que no se le había visto en cursos pasados. La anterior campaña con el Leganés solo logró anotar un gol (contra el Granada precisamente) y en Segunda División su récord estaba en seis dianas, anotadas con el Huesca en la temporada 2015/2016. Tan solo con el filial demostró un poco de olfato goleador, pero claramente no era su punto fuerte. 

Esta temporada le costó arrancar y no fue hasta la jornada seis ante el Córdoba cuando se estrenó como goleador con un doblete. Poco a poco Machís va creciendo como futbolista y, si bien aún tiene que pulirse para convertirse en una codiciada joya en las altas esferas, el Granada tiene en el venezolano un diamante en bruto por el que pasan gran parte de las opciones de lograr el preciado ascenso.