Benzema es un futbolista muy peculiar y su ambición está a años luz de la que tanto caracteriza a su compañero Cristiano Ronaldo. Aunque pueda ser una paradoja, los goles no son tan importantes para el francés. Una vez más, se volvió a reflejar en su cara cuando fue sustituido en el Parque de los Príncipes.

El '9' blanco tuvo dos ocasiones para marcharse del estadio parisino con un gol para festejar su centenario: 100 encuentros jugados en Champions League. Sin embargo, su acierto continúa estando en depresión y aunque la hinchada madridista eso no se lo perdone, el tranquilo Karim le resta importancia.

El registro blanco y francés en Europa

Con los cien del ariete galo, el Real Madrid suma ya 40 futbolistas centenarios que han vestido su camiseta con el parche de la 'orejona' en la manga. Algunos de los más destacados son Raúl González, Iker Casillas o Roberto Carlos y más recientemente, Sergio Ramos o Ronaldo. 

Pero volviendo al protagonista de la noche parisina por unos fallos ante el guardameta Areóla que llevan de cabeza al madridismo, ni siquiera tener mejor promedio anotador en Champions que en Liga le sirvió a Benzema. En la primera jugada no era fácil mandar el balón a la red por el ángulo, además de que definió bien con caño al arquero. Pero la suerte fue para el lado local. 

La segunda jugada simplemente fue un rechace del defensor el que privó al galo de celebrar un gol en su tierra. Aunque por todo ello criticado, el delantero se marchó contento por su aportación. Presionó, aguantó pelotas arriba, combinó y se movió muy bien. Sin sumar, sus números siguen en 53 tantos.

Una anécdota de su felicidad

Así, Benzema es el tercer galo que suma 100 encuentros en la máxima competición europea después de Thierry Henry (115) y Patrice Evra (111). De continuar la próxima campaña en el Real Madrid, podría alcanzar el segundo puesto porque, de momento, cuenta con la plena confianza del técnico. 

Por lo tanto, a menos que cambien mucho las cosas para él, las cifras no son algo que le inquieten ni antes, ni ahora ni en el futuro. Tras ser cambiado, se sentó junto a Modric en el banquillo y quiso dejar una muestra de que estaba feliz: el atacante se aseguró de que el croata mirase cuando la cámara enfocase a ambos, que acabaron soltando unas carcajadas.