El héroe de la décima sigue sumando batallones a su cuenta particular en la máxima competición europea. En esta eliminatoria lo ha hecho frente al poderoso y temido PSG, que tenía a sus tres atacantes Neymar, Cavani y Mbappé como principales amenazas.

Sin embargo, Sergio Ramos ha sabido mantenerles a raya, con ayuda de sus compañeros de la zaga. Dos noches europeas de ensueño -ida y vuelta- para que el camero sumase ya sus 110 partidos como madridista en Europa, con los que se sitúa en el tercer puesto tras adelantar a Roberto Carlos.

Ramos, otro que se crece con la Champions

Si algo tienen en común el capitán blanco y el crack portugués Cristiano Ronaldo es que ambos sienten como nadie los duelos europeos. Da igual el rival que tengan delante, los jugadores que con los que se enfrenten o la situación del equipo, en general. El himno de la Champions les pone a tope.

Al igual que se ha puesto ya el defensa andaluz con su cifra de partidos, dejando atrás las batallas que afrontó el lateral brasileño ya retirado. El siguiente objetivo de Ramos es superar los 132 encuentros jugados por Raúl González y acechar los 152 de Iker Casillas. A sus 31 años, el central sigue intratable.

Porque con su actitud, concentración, liderazgo y buen hacer atrás termina contagiando a sus compañeros para que se dejen la vida en el campo, como ha sucedido contra el PSG. Muy lejos de salir goleados de ambos enfrentamientos, ha sido el club español el que ha vapuleado a los franceses.

Concrétamente en el aspecto defensivo, los blancos apenas han encajado dos tantos cuando el equipo parisino gozaba de unos números goleadores apabullantes. La seguridad atrás ha tenido mucho que ver en la clasificación, con esas ayudas de los centrocampistas que han sido claves. 

En su registro individual, Sergio Ramos recuperó seis pelotas en la vuelta y acumula 63 recuperaciones en la presente edición del torneo. Solamente se ha perdido un encuentro, que fue en fase de grupos. Además, contra el propio PSG se estrenó con su primer remate a portería.

A punto estuvo de abrir el marcador con su toque exquisito de interior. Como bien dice él, "un defensa con alma de delantero" y que no olvida su gesta de Lisboa.