Es, probablemente, el mejor equipo del mundo en lo que a historia se refiere. Máximos ganadores de la Champions, doce Copas en total. Y visita el recondito Ipurúa, que quiere ver a su equipo soñar ante un Real Madrid ambicioso, con ganas de no volver a defraudar, con jugadores excepcionales y unas reservas más que reseñables. 

Tras varios fracasos en Liga, el equipo blanco no quiere defraudar más. Tienen opciones mínimas para ganar la Liga, pero las tienen, y lucharán por ellas hasta que sea todo matemático. Suelen jugar con una 4-3-3 o una 4-4-2, en base a quién forme arriba. Son un equipo que aprovecha las transiciones rápidas para crear peligro, aunque puede conseguir mantener la posesión si lo desean, pues cuentan con jugadores para ello.

La probabilidad de que se hagan rotaciones tras vencer al PSG es alta, todo apunta a que en la defensa Marcelo y Carvajal serán titulares, aunque quizá Ramos o Varane podrían entrar en el banquillo, dejándole paso a Nacho. También es posible que Theo o Achraf puedan disputar minutos.

En el centro del campo hay algunos jugadores fijos, aunque si Modric y Kroos llegaron ajustados ante los parisinos y no fueron titulares, quizá vuelvan a rotar también. Ahí el conjunto madrileño goza de numerosos recambios de calidad, como son Ceballos, Kovacic o Marcos Llorente. Por las bandas, en caso de que jugasen con una 4-4-2, podrían también gozar de minutos futbolistas de la talla de Lucas Vázquez o Asensio. 

Y arriba aparece la estrella blanca, el ídolo del madridismo, un jugador que pese a no obtener los números de otras temporadas en Liga, es una verdadera amenaza constante. Sobran adjetivos para describir a Cristiano Ronaldo, potente, fuerte, ágil, y eficaz son algunos de ellos. Posiblemente rote el francés Benzema, y ahí podría aparecer Gareth Bale o Borja Mayoral, dos futbolistas que también cuentan con un potencial indudable. 

En resumen, el Real Madrid es sinónimo de peligro, es un equipo unido, fuerte, certero y rápido, que puede provocar un desastre a los rivales en escaso tiempo. Aunque también cuenta con puntos débiles, como los fallos de concentración, puntos de los que tienen que aprovecharse los armeros para tener opciones.