El choque entre ambos se presentó calentito en cuanto a cuestión histórica, pues los pucelanos le quitaron hace seis años el ascenso a los alfareros y eso siempre supone un aliciente para acudir al Municipal de Santo Domingo todas las temporadas para el partido en cuestión, pero también en el aspecto reciente, ya que Julio Velázquez criticó duramente a la afición amarilla para que animasen de forma más vehemente la presente jornada. Entre unas circunstancias y otras, el duelo no se lo acabó llevando ninguno de los dos conjuntos a pesar de las sendas oportunidades registradas, habiendo así reparto de puntos.

Justo cuando concluyó una incansable lluvia en la capital dio inicio el encuentro entre amarillos y blanquivioletas, casualidades del destino para poder buen fútbol. Salió además un tímido sol para intentar animar los primeros compases del partido, los cuales favorecieron en cuestión de posesión y ocasiones a los locales, aunque no así en sensaciones. Los castellanoleoneses se encontraron muy cómodos también sin balón, sabiendo salir de forma tranquila por bandas y buscando en todo momento a Jaime Mata, el delantero referencia por méritos propios, ya que es el máximo goleador de la categoría. Pero los portentosos Hugo Álvarez y Pablo Vázquez lograron pararle, al menos, los diez primeros minutos, hasta que pudo hacer el primer gol del partido si no llega a ser porque el árbitro asistente declaró fuera de juego.

A raíz de dicha acción del ariete madrileño, el Valladolid se animó y consecuentemente dio un paso hacia adelante en el césped, donde obligó en dos ocasiones seguidas a intervenir a un Casto con severos problemas para atajar el esférico debido al lío de jugadores dentro del área. Se quedó automática e instantáneamente sin ideas el Alcorcón, sometido a los visitantes y sin tener nada claro qué hacer cuando tenía la posesión, que fue en pocos tramos, pues los soldados de Luis César optaron por controlar de manera absoluta la batalla en ambos campos.

Pero de repente todo cambió. El primer uy favorable al Alcorcón que sonó en las gradas amarillas fue cuando se llegó al ecuador del asalto primero. Bellvís armó la pierna con el balón en aire para que éste se marchase a escasos centímetros del palo largo de Joel Masip, sin nada de trabajo hasta tal instante. Ahí se dio por fin la necesaria reacción de los amarillos. Dos minutos más tarde, larguero de la portería vallisoletana tembló como consecuencia del disparo seco desde fuera del área de Mateo García que casi cantó el gol. No quiso ser menos Bellvís y volvió a intentar convertirse él en el héroe de los alfareros con un tremendo zurdazo que superó a todo el conglomerado de camisetas visitantes que había en el área y rozó el poste corto de Masip. Fue, junto a la de Mateo García, la más clara de toda la primera mitad, que sin más resaltos murió con resultado de gafas muy injustamente, ya que los dos conjuntos merecieron ver puerta.

Casto salvando a los suyos | LFP
Casto salvando a los suyos | LFP

Volvió a ocurrir lo mismo que en el asalto anterior al salir de los vestuarios. El Valladolid, muy serio atrás sabiendo encontrar a los hombres de ataques al quedar las ofensivas del Alcorcón en nada y tratando que Jaime Mata encontrase una oportunidad para convertirla, pero una vez más, cuando dicha circunstancia ocurrió, el jugador de la capital estuvo en posición antirreglamentaria. Aunque no pasaron más de cinco minutos cuando el mismo protagonista obligó a Casto a intervenir al poner el balón en un incómodo lugar de la portería mediante un toque de espuela. Fueron momentos muy duros para los aficionados amarillos, que se temieron lo peor hasta que Álvaro Giménez disparó desde treinta metros un cuero que por no demasiado pudo colarse entre los tres palos. De esta manera, tornó a equilibrarse una disputa que apuntó a estar reñida hasta el final.

No lo pasó nada bien el conjunto del sur de Madrid tras la reanudación y Julio Velázquez fue consciente y consecuente, dando entrada así a Bruno Gama en el lugar de Marco Sangalli para oxigenar la banda derecha y que los suyos tuviesen algún lugar por el que atacar con más sosiego. Sin embargo, viendo que no hubo demasiado cambio, el desaparecido Mateo García fue sustituido por Nono, quien tuvo por delante veinte minutos para demostrar el porqué debe ser titular en este dubitativo Alcorcón. Poco a poco se dio la mejoría, la cual tuvo su estrellato en el momento que Dorca, con un cabezazo dentro del área dejó silenciado a todo un estadio que segundos después se llevó las manos a la cabeza al no entrar por muy poco en la portería.

Tan solo quedaron diez minutos cuando las seis sustituciones por parte de Julio Velázquez y Luis César conjuntamente se hicieron efectivas. Los nervios estuvieron a flor de piel y se notó en todos y cada uno de los jugadores y aficionados que se desplazaron hasta el feudo amarillo. Unos nervios que la hinchada alfarera no supo contenerse y estalló con pitidos cuando Vicandi Garrido decretó el final del encuentro. No fueron suficientes para anotar las ocasiones finales de Dorca y el ingresado Pereira. Un verdadero desastre teniendo en cuenta los doce tiros originados a lo largo de los noventa minutos. Por tanto, con el electrónico señalando finalmente 0-0 en el Municipal de Santo Domingo, el conjunto alfarero queda decimoséptimo en la tabla tres puntos por encima de una Cultural Leonesa que aún no ha jugado su partido, y de manera consiguiente, el pucelano octavo a tan solo dos puntos de los PlayOffs.