El Granada no pudo superar en la tarde de ayer a un sólido Nástic que construyó todo un muro defensivo incapaz de ser derribado por los rojiblancos. La falta de acierto, el buen hacer de la defensa grana y la magistral actuación del ex granadinista Dimitrievski impidieron a los de Oltra hacerse con los tres puntos. 

Con esta derrota los nazaríes dejan en siete el número de victorias consecutivas como local. Tan solo el Huesca, con ocho, ha conseguido encadenar más victorias seguidas en su estadio. 

El Granada, que hasta el momento es el segundo mejor local de la categoría, no pudo superar al mejor visitante de la liga. Curiosamente, el Nástic ha sumado más del doble de puntos lejos de su estadio: 25 puntos fuera de casa frente a los 11 cosechados frente a su afición. 

Los de Oltra se han mostrado inexpugnables en Los Cármenes durante toda la temporada. Hasta esta jornada, tan solo había cedido dos empates en los dos primeros partidos como local ante Albacete y Barcelona B, fruto de un dubitativo inicio de liga, y una sorprendente derrota ante el colista Sevilla Atlético cuando los nazaríes lideraban la tabla, demostrando el mal de altura que sufre el equipo. 

Tras ese inesperado tropiezo, el Granada se puso el mono de trabajo para no dejar escapar más puntos del feudo nazarí. El pleno de victorias en los próximos siete partidos ante rivales de mucha entidad como Huesca, Sporting o Zaragoza, confirmaron que la derrota ante el filial sevillista no fue más que una raya en el agua. Sin embargo, tras perder ante el equipo tarraconense vuelven a encenderse las alarmas ya que la poca fiabilidad que muestra el equipo fuera de casa hace imprescindible sumar de tres en tres en Los Cármenes.

La próxima semana el equipo se medirá al Real Oviedo en el Carlos Tartiere, un duelo ante un rival directo donde el Granada tendrá que ganar para no alejarse de los puestos de ascenso directo y cortar la dependencia de resultados como local.