El Lugo volvió en Córdoba a la dinámica de malos resultados que le lleva acompañando los últimos dos meses. Fue un partido gris de los pupilos de Francisco, las cosas no salieron, se perdió la garra y faltó el orgullo mostrado frente al Granada. El cuadro albivermello cayó hasta la undécima posición. La parte positiva son los tres puntos de distancia con la promoción de ascenso que marca Osasuna, un único partido. La maldición en tierras andaluzas sigue vigente, donde el Lugo no logró llevarse la victoria en ninguno de sus enfrentamientos en la presente campaña.

Situación opuesta la que se vive en Córdoba, donde llegó el tercer triunfo consecutivo de un equipo que sueña con reengancharse a la pelea por la permanencia en la Liga 1/2/3. Son siete puntos los que deberá recortar al Alcorcón, precisamente, el próximo rival del Lugo. Tras esta ola de buenos resultados del cuadro cordobés, la zona de descenso queda dividida en dos partes, los descendidos virtualmente –Sevilla B y Lorca- y los que cuentan con opciones de engancharse en las últimas jornadas –Cultural y el propio Córdoba-.

Los onces iniciales por los que apostaron ambos técnicos no sorprendieron, ya que prácticamente repitieron los de la pasada jornada. Ramón Sandoval introdujo una única variante con respecto al último encuentro: Sergio Aguza por Javi Lara. El Lugo partió con la misma alineación que doblegó al Granada en el Ángel Carro.

Primer acto sin sobresaltos

El conjunto anfitrión dominó en la primera mitad, y en el resto del encuentro. Desde el comienzo salió con más intensidad que su rival, a pesar de ello, la única acción con verdadero peligro fue una jugada que acabó en gol anulado a Aythami por posición antirreglamentaria. El Lugo trató de rehacerse, pero no se encontró en ataque, y tampoco estuvo preciso en defensa. Alejandro Alfaro avisó de nuevo a Juan Carlos con un golpeo lejano que se marchó por encima del travesaño. El cuadro albivermello igualó fuerzas, las que se disiparon tras la reanudación, con la imprevista e innecesaria expulsión de Fede Vico que acabó lastrando a su equipo.

Metedura de pata y merecida derrota

En el minuto 46 el atacante cordobés, ahora futbolista del Lugo, Fede Vico, vio la segunda cartulina amarilla y dejó a sus compañeros en inferioridad numérica. El Córdoba aprovechó esa tesitura para lanzarse a por un choque que tenía encaminado. Arcediano Monescillo anuló otro gol al cuadro cordobés por nuevo fuera de juego, en este caso de Sergi Guardiola, el que pocos minutos después se convertiría en héroe y verdugo de un Lugo sin brillo. Antes de eso, Campillo tuvo una buena opción de adelantar al cuadro gallego con una falta desde la frontal, y primero Aguza, y luego Eneko, las tuvieron para el bando local.

El Lugo trató de hacer valer el empate, centrándose en la labor de contención, ya que estaba siendo claramente superado. Sin embargo, un pase milimétrico de Reyes en el minuto 79 fue cazado por Sergi Guardiola, que batió a Juan Carlos y acabó con la resistencia lucense. En los compases finales pudo pasar de todo, pero el 2-0 estuvo más cerca que la posible igualada local. Merecida derrota para un Lugo que no supo jugar su partido, justo lo contrario que el Córdoba, que supo llevar los tiempos del mismo y gestionó su superioridad con calma.

Los números

El Lugo cedió la posesión en Córdoba. Uno de los puntos fuertes del equipo se dejó de lado en el Nuevo Arcángel, propiciado principalmente por la expulsión de Fede Vico. Más escandaloso fue el número de remates del equipo local, 18, de los cuales, cinco fueron a puerta. El cuadro albivermello, en cambio, disparó cuatro veces, pero en una única ocasión fue entre los tres palos.