El Fuenlabrada afronta las últimas nueve jornadas en su peor momento de la temporada, después de no ganar ninguno de sus últimos seis partidos, de donde ha obtenido un balance de cuatro empates y dos derrotas. Además, acaba de dejar en manos del Rayo Majadahonda el liderato que cogió hace 18 jornadas.

Un calendario, a priori, asequible

El calendario que le resta al equipo azulón parece asequible, ya que tiene que jugar en casa del Cerceda (20º), San Sebastián de los Reyes (8º), Real Madrid Castilla (10º) y Coruxo (14º); y recibir al Toledo (16º), Real Valladolid B (15º), Racing de Ferrol (19º), Majadahonda (1º) y Ponferradina (13º). A pesar del lugar que ocupan estos equipos en la tabla, a estas alturas de temporada ningún equipo regala nada y conseguir los tres puntos, sobre todo fuera de casa, siempre es una tarea complicada.

La temporada pasada a estas alturas, el Fuenlabrada era quinto, con 46 puntos, y terminó tercero con 63, por lo que consiguió 17 puntos en las últimas 9 jornadas, que son las que ahora restan para finalizar la temporada. De conseguir el mismo número de puntos que logró el año pasado en esas jornadas, terminaría la temporada con 71, dos más de los que le bastaron al Albacete para ser primero de grupo el año pasado.

Además, el Rayo Majadahonda, único equipo que está por delante del Fuenlabrada en la clasificación, tiene que jugar en el campo del Adarve, que aún no ha perdido en casa en toda la temporada, en el Fernando Torres (en la jornada 36), y recibir al Rápido de Bouzas, que es el tercer clasificado.

Por todo esto, si el Fuenlabrada vuelve a ser el equipo ganador que fue en la primera vuelta, tiene motivos suficientes como para creer en que puede terminar la temporada en primera posición, lo que le acercaría a su objetivo de ascender a Segunda División.