El Real Club Celta de Vigo, desde siempre, ha sido un club respetado en el mundo del fútbol español. Desde su fundación en agosto de 1923, ha pasado por muy diferentes etapas, unas buenas y otras no tan buenas, tirando a muy malas. Desde llegar a jugar la Champions en la temporada 2003/04 en la gloriosa época con Catanha y Mostovoi, llegando a ganar al Milan en San Siro, hasta vivir unos cuantos años seguidos en la Segunda División española, sin una estabilidad deportiva, el conjunto celeste actualmente parece que la ha encontrado. Su último ascenso se produjo en el año 2012, por lo que lleva ya seis años en Primera División, yendo a más cada año y con jugadores cada vez mejores. Manteniendo su nivel, el conjunto gallego llegó a clasificarse para jugar Europa League hace dos campañas, quedando eliminado en semifinales, con Berizzo en el banquillo ante el Manchester United de José Mourinho.

Europa, un sueño

En la presente temporada, ya en el mes de marzo, el conjunto celeste se encuentra peleando de nuevo por esos soñados puestos europeos que tanto desean los aficionados celtistas. Volver a escuchar el himno de la Europa League y volver a soñar despierto con un título más que interesante, siendo esta la segunda máxima competición europea tras la UEFA Champions League.

El Celta sueña con poder volver a entrar en una competición europea

A seis puntos del sexto clasificado, teniendo que jugar contra rivales directos como son el Villarreal y el Sevilla FC, el equipo vigués sueña con viajar de nuevo por el continente, sueña con poder volver a entrar en una competición europea. Unzué cuenta con una de las mejores plantillas de la última época, un equipo más que capacitado para alcanzar el que viene siendo el objetivo primordial de la temporada. Dando un repaso a los jugadores, el técnico navarro puede elegir entre grandes futbolistas, contando con una de las mejores duplas de Europa, como son Iago Aspas y Maxi Gómez, que están realizando una temporada espectacular, al igual que Lobotka en el medio del campo, dueño y señor del centro celeste. A este lo acompaña el siempre cumplidor Daniel Wass, que junto con el eléctrico y versátil Pione Sisto, se sitúa entre los máximos asistentes del conjunto gallego. Este último mencionado destaca en cada partido, pero tendrá difícil guardar su puesto a favor de Emre Mor. El joven turco está comenzando a contar cada vez más para Juan Carlos Unzué, siendo titular en los dos últimos partidos y plasmando en el verde una gran actuación, demostrando que puede tener un puesto en el once sin problema. Sin duda alguna, un gran jugador de futuro que puede dar mucho a este Celta de Vigo.

El Celta tratará de buscar Europa. Foto: La Liga
El Celta tratará de buscar Europa. Foto: La Liga

El Celta de Unzué, con poco peligro

Todo parece de color de rosa y bonito tal como se plasma, pero parándose a pensar cinco minutos, uno se da cuenta de que a este Celta le cuesta mucho generar juego. Mucha posesión y mucho pase horizontal, poca profundidad y poca decisión de cara a la puerta contraria. Un manejo de balón estéril que en gran cantidad de las ocasiones acaba con un encuentro sufrido y perdiendo puntos. Más concretamente, es en la primera parte cuando el Celta juega con este dominio del balón monótono y sin ideas, moviendo el balón de lado a lado y esperando a ver que ofrece el rival. Ya en la segunda, cuando se ve que así no se va a llegar a ganar los tres puntos, es cuando los pupilos de Unzué buscan un juego más rápido y directo, tratando de realizar transiciones veloces y un juego por banda más profundo.

El equipo celeste plasma un juego con mucha posesión y pase horizontal

Son jugadores como Emre Mor, Pione Sisto y en ocasiones el propio Iago Aspas los que aportan ese plus que necesita el equipo en el verde en muchas ocasiones. El juego celeste se basa en la llegada por banda de los laterales, jugadas que terminan normalmente con un centro al área de castigo en busca de la cabeza de oro, la de Maxi Gómez. En definitiva, el Celta es un equipo al que le cuesta mucho generar fútbol, un conjunto que falta por pulir, con jugadores que poco a poco empiezan a ser más participativos. Un claro ejemplo es Lobotka. El medio ha disputado todos lo minutos con el técnico navarro, y ha comenzado a no solo defender, sino también a dirigir él, desde sus propias botas, el juego que pasa por su zona con una gran calidad. Ante la ausencia por lesión del danés Daniel Wass, Unzué ha apostado por Pablo Hernández como recambio, lo que puede a obligar al equipo a practicar un juego más directo.

El Celta genera poco fútbol a pesar de estar cerca de puestos europeos. Foto: La Liga
El Celta genera poco fútbol a pesar de estar cerca de puestos europeos. Foto: La Liga

Con Berizzo, otro fútbol

Este último era, quizás, el fútbol que más practicaban los celestes en las últimas temporadas con Berizzo en el banquillo. Uno menos vistoso, pero efectivo, que le permitió al argentino llevar a los gallegos a jugar la UEFA Europa League tras más de diez años sin pisar un campeonato europeo. Sin embargo, la temporada pasada no fue la más destacada de los gallegos, quedando en la decimotercera posición con 45 puntos.

Berizzo logró llevar al equipo hasta las semifinales de Europa League

Una posición de la tabla que nadie se esperaba, debido a que en la campaña 2015/16 desplegó un gran fútbol para meterse en esa tan ansiada competición mencionada anteriormente. El fútbol con Berizzo si que era distinto al que se practica actualmente. Un juego mucho más directo y peligroso, sin tapujos ni esperas al rival, buscando la presencia del punta y apoyándose en la figura de Iago Aspas. Contando con gran cantidad de jugadores que completan actualmente la plantilla, como son los Wass, Aspas, Cabral, Roncaglia o Sergi Gómez, el técnico argentino lograba llevar al conjunto celeste hasta unas semifinales de ensueño, un sueño que acabó por destrozar el Manchester United de Mourinho tras una trepidante eliminatoria. Una jugosa oferta del Sevilla llevaba a Berizzo a tomar la decisión de dejar Galicia para irse al calor y al sol andaluz, banquillo del cual fue botado tras superar un cáncer de próstata.

Con Berizzo, el juego era otro. Foto: La Liga
Con Berizzo, el juego era otro. Foto: La Liga

Números similares para un gasto mayor

La situación entre el Celta de Berizzo y el de Unzué no es muy dispar a estas alturas de la temporada, consiguiendo ambos prácticamente los mismos puntos. Sin embargo, se esperaba mucho más de este actual conjunto celeste, puesto que se han llegado a desembolsar importantes pujas por jugadores como Emre Mor, más millones gastados que en la pasada campaña. Irregularidad y errores definen al Celta con el técnico navarro.

Este Celta y el de la pasada temporada tienen números similares pese a haber gastado más

Mucha posesión y poco fútbol. Sufrir partido sí, partido también, logrando en ocasiones la victoria por la mínima y en otras muchas perdiendo de manera estrepitosa contra rivales directos. De hecho, este equipo varía mucho entre un partido en casa y uno fuera de la misma. En esta última situación, se vuelve un equipo endeble, frío, fácilmente manejable por el rival. En cambio, en Balaídos ha logrado construir un fuerte, desplegando un juego distinto y con mucha más confianza, pero que no le llega para ganar con comodidad. Con jugadores a un espectacular nivel en la plantilla, como la dupla Maxi-Aspas, Lobotka o el propio Sisto  o Mor, es como el Celta logra salvar esos partidos que se tornan tan complicados, manteniéndose en la lucha por los puestos europeos.

Más gasto, mismos números. Foto: La Liga
Más gasto, mismos números. Foto: La Liga

A pesar de todo, a por Europa

Dos entrenadores con dos estilos distintos y con un mismo objetivo, Europa, llevar de nuevo al Celta a viajar por el continente en busca de un sueño. Irregularidad y posesión estéril definen al conjunto celeste de la presente temporada, un equipo del que se espera mucho más al hacer un repaso de la plantilla y de los millones gastados. Restan once partidos de la presente competición, once jornadas en las que se deberán exprimir al máximo en busca de ese objetivo dichoso.