No guarda un grato recuerdo el Alavés del partido de la primera vuelta contra el Valencia. Los babazorros cayeron derrotados por 1-2 gracias a la efectividad ofensiva de los de Marcelino. La derrota dejaba a los vitorianos colistas con sólo tres puntos, a cinco de la salvación que marcaba el Eibar.

De Biasi volvió a confiar en la defensa de cinco, con Vigaray y Pedraza como carrileros y Diéguez, que debutaba en Primera, en el eje de la zaga. El italiano buscaba dar continuidad al bloque que había conseguido la victoria contra el Getafe en Copa del Rey. Marcelino seguía fiel al 4-4-2, con el que todavía no conocía la derrota en Liga. Zaza y Rodrigo, pareja del momento, formaban en la punta de ataque. 

Pedraza fue un auténtico martillo en los primeros minutos del duelo, causando muchos problemas a la zaga visitante, pero sin encontrar rematador para sus centros. No desde la banda sino a balón parado tuvo el Alavés su primera gran ocasión, pero Neto desviaba bien el lanzamiento de Munir. El Valencia no sufría en exceso, pero no llegaba a desplegar su juego.

Sin embargo, fueron los chés los que golpearon primero. Fallo en el despeje de Diéguez, que deja el balón a los pies de Pereira. El belga centra y es Zaza el que, con un potente disparo, bate a Pacheco. El fútbol es un estado de ánimo, y el resultado evidenciaba que a los visitantes la fortuna les sonreía, pero que los locales, sin cuajar un mal partido, se veían por detrás en el marcador.

Sin premio albiazul

El gol no sentó bien al Alavés, que sufrió hasta llegar al descanso. Pero los males se quedaron en el vestuario, y los babazorros salieron con las pilas recargadas. En la primera que tuvieron, con un saque de esquina botado desde la izquierda, Alexis empataba la contienda. Buen cabezazo del andaluz, que había cuajado un inicio de temporada demasiado irregular. 

El tanto daba paso a los mejores momentos del Alavés, que llegaba sin acierto a la meta de Neto. Pero cuando más cómodo estaban los vitorianos llegaba el segundo mazazo. Cabezazo de Rodrigo que desvía Ely con la mano. El colegiado pita penalti, y el hispano-brasileño se encarga de volver a poner a los suyos en cabeza. 

El gol anestesió al Alavés, que no dio signos de poder empatar el partido. El Valencia controlaba con más tranquilidad el juego, pero tampoco conseguía el tanto de la tranquilidad. Mina estuvo cerca, pero no llegó por poco a conectar con el balón. Poco después el Alavés respondía, pero el taconazo de Santos se marchaba por poco. El pitido final dejaba aún más hundidos a los vitorianos, sabedores de que habían mejorado su rendimiento pero sin verse reflejado en puntos. 

Este sábado (16:15 horas) se vuelven a ver las caras en una situación diferente. El Valencia sigue firme en puestos de Liga de Campeones, pero el Alavés ve el descenso desde lejos desde la llegada de Abelardo. Los duelos de Copa del mes de enero evidenciaron que la diferencia entre ambos no es grande, y que cualquier puede llevarse la victoria.

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Sobre el autor
Jon Aroca
1996. 4º de Periodismo en la Universidad del País Vasco