A pesar de haber estado oficialmente desvinculado del banquillo emeritense durante 83 días, el técnico franco-tunecino no perdió por ello la pista del Mérida. Gran prueba es el hecho de que una de las primeras cosas que ha llevado a cabo tras volver a entrar en contacto con sus jugadores, antiguos y nuevos, ha sido comentar con ellos las imágenes de Lorca, razón por la cual Checa admitió el miércoles que les dio un baño de humildad. Fue tal el esperpento romano en la pasada jornada que Nafti, al ser preguntado por algo positivo de su ya equipo en aquel partido, ha respondido que “lo único que hizo bien fue encajar sólo 4 goles”. Según él, ha sido duro con ellos para que viesen que “el camino no es ese” puesto que quiere “sacar lo máximo de los jugadores y hay poco tiempo”.

Como comprobarán, es plenamente consciente de la situación mental tan frágil por la que están pasando sus efectivos en estos momentos, y, aunque afirma que no han dejado de hablar de “dónde estamos y a dónde queremos ir”, también ha recalcado que “ahora mismo tocan hechos, lo más importante es el verde”.

Respecto al estado de los jugadores, si bien es cierto que afirma haber visto a los chicos “un poquito tocados”, también matiza que “en el verde he visto a un grupo positivo”. Sigue sosteniendo la misma visión que ya manifestara el martes: “he visto a un grupo comprometido y con ganas de buscar soluciones, un grupo muy intenso y muy agresivo que quiere salir de esa situación”.

En cuanto a la faceta deportiva, Nafti asegura que su equipo mantendrá el mismo arranque impetuoso con el que contaban en el transcurso de su primera etapa como entrenador “con más intensidad y durante más tiempo”. Esto requiere un gran esfuerzo físico, pero el técnico no ha valorado la condición de la plantilla puesto que “es muy complicado evaluar a la plantilla físicamente con tan solo dos días de entrenamiento”. Es por ello que espera al domingo para tener “indicaciones de cómo están durante hora y media”. En esos dos días de entrenamiento serán también en lo que se base su once del domingo, puesto que “si tengo que hacerlo en función de Lorca y de Badajoz no pongo a ninguno”.

Asimismo, ha demostrado conocer bastante bien al próximo contrincante, el Linense de Julio Cobos, una nueva prueba de su implicación no sólo con el Mérida sino también con el Grupo IV. Ha destacado su racha de 8 partidos sin perder gracias a, entre otros factores, la pegada arriba de Molina, Stoichkov, Juampe o Gato. Aun así, ha querido ‘prevenir’ a los rivales manifestando que “si yo fuera jugador del Linense, el sábado no dormiría tranquilo por la rabia que tienen mis chicos”. El que tampoco dormirá bien será él puesto que está como un niño “con ganas de volver al estadio, pero eso no basta para ganar un partido”.

Por último, ha apelado a la grada afirmando que “todo suma” y asegurando que sabe que “el domingo a la hora de calentar habrá un ambiente positivo en el Romano, luego ya es asunto de los chicos mantenerlo durante los 90 minutos del partido ya que el aficionado te da si le das”.