El partido se presentaba para los blanquiverdes como la gran oportunidad de recortar la distancia con la permanencia a cuatro puntos. Ningún rival directo había puntuado en la jornada y era la ocasión idónea para sumar los tres puntos. Además, enfrente estaba el Gimnástic de Tarragona en el Nou Estadi, estadio donde los catalanes presentan las peores estadísticas como locales. Era otro rival directo a batir y el cuadro califa quería prolongar su racha.

Por todo ello, el director de orquesta de esta plantilla blanquiverde, José Ramón Sandoval, planteó el encuentro según lo previsto. En vista de que el equipo no es el mismo jugando en El Arcángel que fuera de él, las posiciones en el campo se retrasan, los jugadores se juntan y dejan jugar al rival. Este mismo estilo de juego fue utilizado en Santo Domingo y también resultó ser efectivo. Sin embargo, esta vez hubo algo más de dominio y contundencia defensiva.

La alineación no presentaba variedad, solo la novedad de José Antonio Reyes desde el inicio sustituyendo al habitual Alejandro Alfaro. La formación 4-2-3-1 formaba un grupo compacto y organizado, que destacó por la buena colocación de la defensa. De hecho, durante la primera parte, el cuadro andaluz fue superior a su rival, controlando la pelota y cediéndole terreno al rival pero sin permitirles general excesivo peligro. El problema fue que tampoco lo creaban ellos. Tuvo que ser la estrategia a balón parado quien abriese el marcador a favor de los visitante. Toda falta que sale de Reyes y se dirige a la cabeza de Aythami es gol, y por ahí es por donde los blanquiverdes hacen más daño a sus rivales. En esta ocasión les fue útil para imponer el 0-1 en el marcador. 

Conceder balón y salir a la contra fue la clave de la segunda parte y más si la defensa de los tarraconenses se rompe con facilidad. Aprovechó los cambios para cerrar mejor el centro del campo con la introducción de Vallejo en el pivote defensivo sustituyendo a Jovanovic ,pero el cambio significó una gran pérdida con respecto a eficacia ofensiva teniendo en cuenta que aún estaban en el minuto 62.La primera sustitución la tuvo que hacer por la lesión de Reyes en el minuto 40 y no resultó ser un cambio táctico pues entró Alfaro. Corriendo el minuto 80 introdujo a Fernández para situar a otro defensa capaz de salir fugaz al contragolpe, y ese contragolpe mató el partido con el gol de Sergi Guardiola en el 86 que cerraba el 0-2.

Un encuentro de poder a poder que se llevó el más listo. De nuevo la estrategia le da los tres puntos al equipo y la eficaz defensa deja la portería imbatida. El trabajo de Sandoval se extiende en los jugadores y la mejora es real.