Y entonces David cogió la honda y lanzó una piedra al gigante Goliat. Al caer derribado y ciego pudo matar al gigante filisteo sin el más mínimo problema. Nadie creía en David. Goliat era invencible. Pero David sabía que su inteligencia le llevaría a lo más alto. David creyó y dio un paso al frente.

Hoy nuestro David particular es el CF Villanovense. Y Goliat, las predicciones y obstáculos. Cualquier aficionado al grupo IV de Segunda B conoce perfectamente el cambio de los extremeños. Cambio que, mayoritariamente, se ha producido durante febrero y marzo. 

Su rival en el día de hoy, el Écija Balompié, ha experimentado también un cambio, pero a la inversa de los extremeños, ya que comenzaron la temporada llegando a liderar la tabla durante varias jornadas para después caer en picado hasta frenarse en mitad de tabla.

Cambio de sensaciones

La primera mitad vino acompañada de buenas sensaciones para los locales. Estábamos acostumbrados a ver a un Villanovense que no empezaba a "carburar" en los partidos hasta el minuto 20. En el día de hoy Iván Ania consiguió que los suyos salieran centrados desde el minuto uno. 

El duelo que se presentaba en el Estadio Villanovense era de los de "libreta y datos". La desigualdad reinaba en ambos equipos, tanto estadisticamente como tácticamente. El Écija era un rival, como lo definiría Iván Ania, "correoso" para el Villanovense, pues es de los equipos que hacen su juego a partir de la defensa, que, curiosamente, es donde esconden más problemas, siendo uno de los equipos más goleados del grupo. 

Iván Ania, por su parte, entendió que la alineación que mejor se ajustaba a las circunstancias del encuentro de hoy era un 4-4-2, saliendo así del ya conocido 4-2-3-1. Es cierto que el cambio no es muy notable, pero obligaba así, por las lesiones que lastran al Villanovense, a jugadores como Borja García a salir de su posición natural para ocupar la de interior. Una apuesta complicada pero, viendo el resultado, acertada.

Los primeros 15 minutos de partido pertenecieron a los locales en su totalidad. Curro y Pajuelo movían el balón por todo el campo, a la vez que actuaban de pivotes para las pocas tentativas visitantes. 

En este contexto de superioridad local llegó lo que todos deseaban pero nadie esperaba. En el minuto 26, tras un fallo de entendimiento entre la zaga sevillana y el meta, Allyson cazó el balón y habilitó a Curro para que mandara el balón al fondo de las mallas. Sin duda, un acto de enorme madurez por parte de Allyson, quien inteligentemente prefirió habilitar a su compañero antes de intentar hacer él el gol.

Esta era la segunda vez en la temporada que el Villanovense se adelantaba a su rival en el marcador antes del minuto 30. Esto es un dato a tener en cuenta.

Sus rivales decidieron dar un paso al frente, pero se encontrarían con el peligro que todos quieren evitar. De hecho, tiene nombre y apellido: Leandro Montagud. Los de Écija mostaron su capacidad para romper líneas con dos espléndidos pases al hueco, que el meta serón se encargó de desbaratar. En la segunda ocasión de manera "in extremis", arrancándole el balón de los pies al atacante.

Espín, en dos corners y con dos remates calcados, tuvo la oportunidad de ampliar distancias para los locales.

San Leandro y San Jacobo

La necesidad obligó al Écija a seguir intentando romper la zaga serona una y otra vez. Los de Marc Domínguez habían descubierto la forma de romper la zaga serona, pero aún seguían buscando cómo destapar la caja de Pandora, cómo arrancar la espada del Rey Arturo, cómo  batir a Leandro. 

En uno de estos intentos volvió a lucirse el guardameta serón, con una gran estirada para sacar un balón que iba ajustado al segundo palo. Y, mientras toda la grada estallaba en vítores tras semejante intervención, una segunda vez salvó a los suyos, tras un balón que quedó muerto en el punto de penalti y, a bocajarro, no pudieron detenerle.

Esto fue el fin del Écija, quienes veían cómo sus oportunidades huían con las sorprendentes paradas del guardameta. En esto el Villanovense comprendió que debían intentar materializar para cerrar el partido a su favor. Iván Ania introdujo unos cambios, que buscaban más dar descanso que ninguna estrategia, que fueron muy efectivos. 

Jacobo se puso el disfraz de héroe y comenzó a internarse en el área rival, una vez tras otra y volviendo a la carga si fallaba. Jacobo se ha hecho adicto a los goles en los últimos minutos. 

Y así, en dos jugadas calcadas en el descuento, consiguió que de sus botas nacieran el 2-0 y el 3-0, tras dos brillantes internadas por banda izquierda.

Con esta victoria el Villanovense se suma a la pelea por los puestos altos de la tabla y, lo que es más importante, encadena cinco jornadas consecutivas sin perder. El Écija, por su parte, vuelve a encontrarse con su enemigo acérrimo, la derrota, y deberá luchar contra el Mérida para no descolgarse del "tren de la salvación".

Mejores actuaciones

3 PUNTOS

LEANDRO
2 PUNTOS CURRO
1 PUNTO JACOBO