La victoria del Leganés ante el Sevilla, unida al empate entre Deportivo y Las Palmas, ha ampliado la distancia respecto al descenso. Quince puntos son los que separan a pepineros y canarios, que marcan la última posición que llevaría a Segunda División.

Con nueve jornadas por disputarse y con 27 puntos en juego, parece una renta más que suficiente, pero aún no es matemática para confirmar la ansiada permanencia, que podría lograrse en los próximos encuentros.

Los de Garitano han alcanzado los 36 puntos en Liga, lo que supone un nuevo récord para el Leganés en Primera División. La pasada, en la que el club debutaba en la máxima categoría del fútbol español, se consiguieron 35, suficientes para salvarse, con una ventaja de cuatro puntos con respecto al Sporting, que fue el que finalmente bajó.

El cuerpo técnico ha señalado en varias ocasiones que el objetivo no es otro que mejorar y superarse, aprendiendo de los errores del pasado. El reto ahora pasa por dejar la marca de puntos lo más arriba posible, que en el caso de cerrar la permanencia en los siguientes partidos, podrían mirar a equipos como Girona o Betis que, en una trayectoria similar a lo largo de la temporada, se encuentran luchando por Europa. En caso de ir el séptimo a Europa, siempre y cuando el Sevilla no acabe entre los seis primeros, podría hacer que el Leganés, a tan solo siete de esa plaza, participe en la batalla.

Por otro lado, el tema del día en Butarque: el futuro de Asier Garitano. En la rueda de prensa previa al partido del Sevilla, el entrenador afirmó que daría a conocer su decisión cuando el club logre su objetivo.

Hasta que no sea matemático, no se pronunciará al respecto, como quedó claro al evitar todas las cuestiones sobre que equipo entrenará a partir de junio. Tarde o temprano, cuando los números cuadren, se verá si el objetivo y cambia y que entrenador se sentará en el banquillo a finales de agosto.