El entrenador del Real Valladolid, Luís César Sampedro, vive una temporada convulsa en Pucela después de no aceptar la oferta de renovación del CD Lugo al finalizar el pasado curso. Con la oferta encima de la mesa de los blanquivioletas, no dudó en dejar a un lado el club rojiblanco para enrolarse en la disciplina presidida por Carlos Suárez.  Este, tras el empate a uno frente al Rayo Vallecano rehusó a confirmar si el arousano seguiría a los mandos del equipo. La situación es tan límite que el técnico confesó la mala sintonía con el club y protagonizó una tensa rueda de prensa previa al partido frente a los madrileños.

El Valladolid no se encuentra en una mala situación, apenas está a dos puntos de los puestos de playoff, pero le cuesta equilibrar la balanza ataque-defensa; por lo que la directiva está inmersa en una encrucijada en la que las posibles soluciones son seguir apostando por Luís César o buscar un revulsivo para motivar al equipo e intentar jugar la promoción de ascenso a La Liga Santander.

Hablar de Luís César -y todos los lucenses lo saben-, es hablar de fútbol combinativo y ataque. Le gusta crecer en el partido con un buen manejo de balón e insiste continuamente en no desaprovechar ningún minuto de los 90 que se disputan cada fin de semana. En sus entrenamientos destaca el trabajo tradicional, el de siempre, pero no deja a un lado la tecnología ya que hoy en día es el mejor sistema para saber como están realmente sus futbolistas.

Con el CD Lugo en sus manos, se llegó a ver un muy buen fútbol que recordaba a los mejores años de Quique Setién, pero una segunda vuelta muy irregular hizo que fuese cayendo en la clasificación hasta llegar al final de temporada sin ningún objetivo por el que luchar. Motivo de esta caída, entre otros, fue la decisión que tomó el Villarreal de cancelar la cesión de Alfonso Pedraza y cederlo con opción de compra al Leeds United.

Esta temporada, en la que lleva dirigidos 35 partidos, acumula un total de 15 victorias, ocho empates y 12 derrotas. Promedia un 1,69% de goles por partido, pero no muy por debajo está el porcentaje de goles encajados, lo que refleja la inestabilidad ataque-defensa de los vallisoletanos.

En el banquillo contrario al de los lucenses, Luís César estuvo presente en cuatro ocasiones, de las que sólo una salió victorioso; sumando además un empate y dos derrotas. En la cuenta personal con Francisco, tan solo se vieron las caras en dos ocasiones y las dos terminaron en empate.

Fuera de casa, el año del Valladolid no está siendo ni mucho menos bueno. De 15 partidos disputados lejos del José Zorrilla solo en dos ocasiones consiguieron la victoria y muestran un bagaje negativo en lo que a goles se refiere.

Con estos datos un tanto irregulares, y sobre todo, malos fuera de casa, los pucelanos llegan al Anxo Carro en un partido que puede significar el último para Luís César en el caso de no conseguir un resultado positivo.