La irregularidad del Athletic también viene marcada en su esquema sobre el terreno de juego. Poca continuidad ha dado Ziganda a una idea que ha ido cambiando a lo largo de la temporada. Desde el inicio, uno de los hombres que parecía no empezar con buen pie la etapa del de Larráinzar en el banquillo rojiblanco fue Mikel San José.

A pesar de terminar el curso 16/17 con un gran rendimiento, la llegada del ex del Bilbao Athletic le mandó directamente al banquillo en beneficio de Mikel Vesga, quien formaba en el centro del campo junto a Beñat. Sin embargo, las continuas lesiones y las subidas y bajadas de rendimiento devolvieron en cierta medida ese cartel de titular al jugador navarro. No obstante, su nivel, como el del resto del equipo, está a años luz de ser el mejor que puede mostrar y eso ha sido reconocido por él mismo en la rueda de prensa del jueves tras el entrenamiento.

"No puedo estar satisfecho por el nivel que puedo dar y que no estoy dando"

El centrocampista ha reconocido no estar satisfecho con lo mostrado sobre el terreno de juego, pero acepta que tiene “ganas de seguir porque queda mucho”. “Estamos todos para mejorar y tratar de dar lo mejor de nosotros mismos. No puedo estar satisfecho por el nivel que puedo dar y que no estoy dando. Soy el primero en reconocerlo. Es una situación en la que en general podemos hacerlo mejor. Estoy con ganas de seguir porque queda mucho”, añadía un futbolista que ve “tranquilo” a su entrenador: “Lo llevará por dentro lo que esté pasando. Cuando tu sueño es entrenar a este equipo y las cosas no salen como a todos nos gustaría está claro que son situaciones complicadas personalmente. Le veo tranquilo, con ganas y en los entrenamientos con mucha energía, como el primer día”, admitía un Mikel San José que espera que este parón sirva para “limpiar la cabeza y volver sabiendo que quedan cosas por delante”.

Porque es, precisamente, lo que está por venir lo que puede marcar el final de temporada de un equipo venido a menos. Llegar a la séptima plaza, lo que parece imposible, se ha convertido en el objetivo principal de un conjunto que tampoco parece creer demasiado en esa meta: “La distancia es grande y no quedan quince partidos. Hay que hacerlo bien y los que están arriba tienen que fallar. Tenemos partidos en casa ante rivales directos pero al final nos hemos ganado el derecho a confiar en nosotros. Los partidos que están por venir nos pondrán en situación de hacerlo o no, pero la esperanza y la ilusión no la vamos a perder nunca”.

Reconociendo la dificultad de esta empresa que tienen por delante, admite haber conseguir algunos resultados inmerecidos: “Está claro que ha habido partidos buenos, malos y regulares, resultados que no acompañan a pesar de merecerlos y otros que acompañan aunque no los merecemos. Tenemos por delante nueve partidos para intentar mejorar y es lo que vamos a tratar de hacer”.

"Es respetable siempre que haya respeto hacia nosotros"

En cuanto al tramo de temporada que ya ha quedado atrás, prefiere “aprender” en lugar de borrar lo que ha sucedido: “Tenemos que aprender, analizar las situaciones que nos están sucediendo y afrontar estos partidos sabiendo que hay puntos en juego y que pueden pasar cosas”. Ha sido este mal curso el que ha puesto en contra a una afición que no ha dudado en mostrar sus desavenencias en forma de pitadas en San Mamés.

El que muchas veces ha sido crítico con la afición, ahora parece entender su malestar: “La afición tiene todo el derecho del mundo a expresar cuándo le gusta y cuándo no. Es respetable siempre que haya respeto hacia nosotros. El día del Olympique más que la eliminación europea se nos puede achacar cómo está yendo la temporada. Caer ante el Olympque no es una decepción, sí el caer de una competición que nos hace mucha ilusión”.

De esta forma, Mikel San José finalizaba una comparecencia de prensa en la que ha mostrado cierto optimismo por llegar a una séptima plaza que parece haberse convertido en un objetivo con el que intentar tapar una temporada sin pena ni gloria en el Athletic Club de Bilbao.