Tras la vuelta a los entrenamientos de este miércoles, Emre Çolak atendió esta tarde a los medios de comunicación en la sala de prensa de Abegondo.

El internacional turco es un jugador que no siempre ha logrado convencer a los entrenadores para ganarse un sitio en el once titular. Ahora, con Clarence Seedorf en el banquillo, asegura que sentirse muy bien: “Estoy listo para jugar”. Eso sí, su posición es de mediapunta, donde aseguraba sentirse “más cómodo”.

No pudo mostrarse satisfecho por el rendimiento del equipo, y por consiguiente tampoco con el suyo: “No entiendo por qué no puedo jugar más. La gente cree que he podido tener algún problema con los entrenadores, pero no lo tengo”, sentenciaba. Quiso añadir a sus palabras que lo único que le entristecía era “no jugar más. El año pasado demostré que puedo jugar, pero no consigo hacerlo todo lo que me gustaría. Trabajo para seguir”.

El enfado de la afición herculina es notable, y sobre este les daba toda la razón: “La afición del Dépor vive mucho el fútbol, y quiere ver a su equipo en buena posición”. La situación en la que se encuentra el cuadro gallego es cada día más precaria, “ni ellos, ni el club, y ni la ciudad se merecen esta posición”, opinaba el centrocampista.

“Me gusta pasear por Coruña, cenar fuera… Pero en esta situación no quiero salir mucho. No quiero ver las caras de los aficionados, porque sé que están tristes. Los responsables de esto somos nosotros”, se sinceraba el 8 blanquiazul.

Pese a ello, se mostró agradecido por el trato de la gente: “Los aficionados me tienen cariño, me apoyaron desde el primer día”. Muestra de ello se pudo ver la jornada pasada en su sustitución en el partido frente a Las Palmas.

Reconocía que pese a ver al equipo “mal”, no saben cómo salir de esa dinámica: “Ojalá lo supiéramos. Trabajamos duro, entrenamos para mejorar esta situación, probamos diferentes tácticas… Si marcásemos un gol, todo podría ser diferente. No tenemos suerte para marcar. Si hubiésemos marcado, estaríamos hablando de otras cosas”.

Finalmente, se mostró esperanzado sobre el futuro ya casi sentenciado del equipo: “Podemos salvarnos, vamos a luchar hasta el último día. Tenemos que hacer algo para sacar al Dépor adelante”, reconocía señalando, una vez más, a los jugadores como responsables.