Es muy probable que sin las rotaciones el Eibar no estuviese donde está. Sin duda, ha sido un elemento clave para conseguir los objetivos que está consiguiendo el club armero en los últimos meses. Mendilibar ha dado con la tecla para hacerlas cuando son convenientes y cuando cree que pueden rendir, sacando así el máximo partido a la plantilla eibarresa, algo digno de mención. 

La única posición que no sufre de rotaciones es la portería, donde Dmitrovic es dueño y señor de la misma. De la mejora defensiva del equipo tras el desastroso comienzo de temporada tienen culpa más de un jugador, de hecho, la pareja de centrales no siempre es la misma. Ramis ha aparecido con contundencia y se ha hecho con el puesto inicial en varias ocasiones, siendo así una buena opción para suplir a Oliveira y Arbilla.

En los laterales Capa y Cote son los más recalcables, pero también han aparecido jugadores dispuestos a darle descanso, como es el caso de Rubén Peña, con más protagonismo a partir de la mitad de temporada, o de Juncá. En la medular también aparecen rotaciones, Dani García, Escalante, Jordán, Diop. Hay sin duda un fondo de armario que ayuda tanto a mantener el nivel como a dar un respiro a los fundamentales. 

No podían ser menos en las bandas, donde Orellana pelea como titular con una joven promesa, Ivi. Por la banda izquierda Inui tiene prácticamente asegurado el puesto, aunque también se ha visto suplido en ciertas ocasiones. Tres delanteros copan las posiciones de arriba, pero no todos a la vez. Es por ello que Sergi Enrich. Kike y Charles se reparten los minutos para aportar, todos, a un equipo que sigue soñando con más.