El UCAM toca fondo en El Ejido

Apenas llevamos tres meses de 2018, pero ya se puede decir claramente que no está siendo el año del UCAM Murcia y, por ende, tampoco la temporada. La visita a El Ejido, con motivo de la 31º jornada en el Campeonato Nacional de Liga en el grupo IV de Segunda B, ha supuesto la peor actuación universitaria en el presente curso. Los de Luis Casas saltaron al césped mostrando la intención de ir a por la victoria desde el primer instante, fruto de esto pudieron adelantarse gracias a un remate de Dani Pérez a balón parado que terminó en las manos del guardameta rival, pero a los seis minutos recibieron el primer mazazo. En el primer acercamiento de El Ejido, Samu Corral se adentró en el área y, a pesar de la defensa de los canteranos Johan y Javi Fernández, consiguió adentrarse en el área y aprovechando que el guardameta Javi Jiménez no fue capaz de blocar un balón relativamente sencillo, este le quedó muerto a Pino en boca de gol y el ex del Guijuego no perdonó e hizo el primero.

Y sin tiempo para recuperarse y sin poder salir de campo propio, llegó el segundo. Samu Corral volvió a recibir en el interior del área y aprovechándose, nuevamente, de la pasividad de Javi Fernández en el marcaje, superado por la situación, se sacó un latigazo cruzado que no fue capaz de detener Javi Jiménez. Sin haber sobrepasado el primer cuarto de hora, los universitarios vieron como el encuentro se les había puesto cuesta arriba por errores garrafales propios, los cuales hacen que los futbolistas se sientan inseguros y se desvíen del plan que presumiblemente habían preparado durante la semana. El Ejido aceptó de buen grado los presentes del conjunto murciano y con intensidad le bastó para controlar el choque y establecer una renta suficiente para ser administrada posteriormente. 

Cerca de la media hora de juego Gerard Oliva, delantero titular por delante de Onwu, dispuso una ocasión clarísima para recortar distancias en el marcador y dar señales de que su equipo había llegado a Santo Domingo, pero no fue capaz de convertirla, demostrando una vez más que los universitarios son un conjunto propenso a encajar con facilidad y con muchísimos problemas para ver portería. El punta de Reus, que todavía no se ha estrenado con la camiseta azuldorada desde que llegó en el mercado invernal, no aprovechó un rechace de Cristian Arco, muy inseguro durante todo el choque, para, tras un tiro de Urko Arroyo, estando completamente solo en el interior del área, mandar el cuero al fondo de la red. Acababa de marrar la única opción de gol de los suyos en los primeros cuarenta y cinco minutos. Mientras tanto, los errores defensivos se sucedían, esta vez era el turno de Dani Pérez, que se durmió en la salida de balón propiciando el robo de Samu Corral, que le entregó la sentencia a Antonio Pino, pero falló ante Javi Jiménez dándole una vida más al UCAM, la cual quizás no merecía porque la actuación estaba siendo dantesca.

La tónica del inicio de la segunda mitad fue exactamente la misma que la de los primeros cuarenta y cinco minutos, a pesar de que Luis Casas decidió darle entrada a Isi en lugar de Johan, los visitantes tenían infinitos problemas para hilvanar una jugada que le permitiese merodear el área de Arco y no poseían en ningún momento el dominio del centro del campo, donde Abel Gómez volvió a demostrar que no es capaz de ser el timón del equipo, ni tampoco aportar un trabajo defensivo mínimo para ser titular en cualquier equipo de Segunda B, mostrandose invisible en el cuerpo a cuerpo contra los futbolistas rivales. A pesar de esto, su técnico, el mismo que sustituyó a Campos tras la derrota en Lorca, y que podría ser cesado tras la debacle de El Ejido, consideró que el veterano centrocampista, no solo debía ser de la partida de inicio sino que además iba a completar los noventa minutos.

Con el transcurso de los minutos, el UCAM, que con la derrota se complicaba sus opciones de play off, se hacía cada vez más largo, pasando de la zaga al ataque sin contar con el centro del campo, donde se empezaban a generar una cantidad de espacios que podrían ser penalizados por El Ejido, tal y como así acabó sucediendo. A pesar del desorden táctico, el cual los almerienses no pudieron sacarle el suficiente rédito en el marcador que hubiera supuesto una goleada aún mayor, los visitantes, devolviéndoles el favor, tampoco quisieron beneficiarse de la fragilidad defensiva que también mostraba su rival, desperdiciando nuevamente cualquier opción de remontada. Ya en el descuento, Samu Corral, la pesadilla celeste para la zaga universitaria, se plantó ante Javi Jiménez y con precisión asestó el tercer y definitivo golpe, redondeando una victoria muy importante para la permanencia una temporada más en la categoría de bronce. 

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