El Fabril se impuso por la mínima a un Pontevedra tocado, pero que supo disputarle de tú a tú al conjunto local. Con un total de 56 puntos, y tras la derrota del Fuenlabrada con el CD Toledo, los gallegos se acostaron como los primeros clasificados del Grupo I. No obstante, tras la victoria de esta mañana del Rayo Majadahonda frente al Atlético de Madrid B, su liderato ser hará esperar. Poco satisfactorio fue el resultado para los granates, puesto que les mantiene en zona de descenso directo. 

Gustavo Munúa parece haber encontrado su once de gala. Con la única ausencia de Francis Uzoho, su puesto fue ocupado por uno de los artífices del pasado ascenso: Álex Cobo. Con su buena actuación a lo largo del partido, ha vuelto a demostrar su valía. Ahora le tocará elegir al míster deportivista. Porteros, hay para rato.

Llegando ya a la recta final del campeonato de liga, el Fabril es un equipo sólido, capaz de sacar el máximo provecho a sus ocasiones.

Mucha entrega y poco brillo. Comenzaba el partido en la Ciudad Deportiva de Abegondo con un Pontevedra necesitado de puntos y un Fabril ansioso por lograr afianzar más sus posibilidades de jugar el Playoff de ascenso. Los visitantes, más enchufados al principio, tuvieron sus ocasiones para ponerse por delante en el marcador. De haber sido así, el transcurso del partido no hubiera sido el mismo. Delante, un Fabril que poco a poco fue despertando y acercándose con peligro al área pontevedresa.

Muy disputado en todo momento, la más clara la tuvo Marcos Álvarez al poco de iniciarse el encuentro. Tras un balón filtrado de Añón, el extremo se quedó solo ante el guardameta local. Álex Cobo salvaba a los suyos de tener que remontar el partido con una meritoria parada.

Oportunidades tan claras como esta no acontecerían más en la primera mitad. Tan solo un disparo lejano de Carlos López y un córner rematado por Romay. Este último fue salvado por la zaga visitante in extremis.

Sin goles llegó el descanso. Tras el paso por los vestuarios, el partido fue otro. La segunda mitad fue para los fabrilistas. El panorama cambió tras el tanto blanquiazul. Diego Caballo, como nos tiene acostumbrados, lanzó un centro medido directo a la cabeza de Romay. Aprovechaba así el de Malpica para anotar el único gol del partido. Y es que el lateral izquierdo salmantino está siendo un quebradero de cabeza para las zagas contrarias, realizando un grandísimo tramo final de campeonato.

A partir del tanto, las ocasiones comenzaron a sucederse. Y pese a que el Pontevedra acusase el golpe, el marcador ya no se volvería a mover. Dos ocasiones claras pudieron haber significado el 2-0, ambas con un mismo protagonista, Blas Alonso. Centró el lateral derecho y el remate de Borja Galán se fue rozando el palo. Lo intentó también Jardel, quien no llegó a otro centro del coruñés. En dicha acción se pidió penalti, pero el colegiado terminó por no concederlo.

Imagen: Antía Simón Aguado

Intentó el Pontevedra un último arreón final en búsqueda de lograr un valioso punto fuera de casa. Con balones en largo de Edu Sousa, Mouriño y Álex González tuvieron las más claras. Al borde del cumplimiento de los minutos reglamentarios el de Vernejo probó fortuna con un lanzamiento desde fuera del área.

Sin embargo, la última no sería para los granates. Poco antes de que el árbitro pitase el final del encuentro, una contra encabezada por Pinchi y Uxío fue salvada por Edu.

Victoria para el Fabril que lograba ponerles de líderes, derrota para el Pontevedra que lapida aún más su situación. Con el más que hipotético descenso del Deportivo, al filial se les cerrarían las puertas del ascenso a la categoría de plata. El esfuerzo hecho a lo largo de toda la temporada por un equipo, una piña fuera y dentro del campo, desafortunadamente no se vería recompensado.