Tarde fría en El Plantío, a ratos salía el sol y a ratos llovía, lo mismo que las sensaciones de los dos equipos, un partido de idas y venidas. Hubo momentos en los que los dos equipos estuvieron francamente bien pero no acababan de materializar sus ocasiones de cara a la portería rival.

Al Racing le hacía falta la victoria para coger aire en la parte de arriba de la tabla y seguir en los puestos de play off que, cada vez, peligran más para los cántabros. El Burgos, en su línea, décimotercer empate en lo que llevan de temporada, y es que son el equipo que más igualadas a cosechado.

Alrededor de 4.000 personas asistieron al encuentro, en una tarde fría y lluviosa como es costumbre en Burgos. Medio millar de personas apoyaron al Racing de Santander desde el fondo norte, un desplazamiento condicionado por las  condiciones meteorológicas del momento.

Muy igualados

El Burgos tuvo un buen arranque de partido, tocando tranquilamente; al Racing no le duraba nada la pelota. Otra tarde de domingo que no acababa de convencer el equipo cántabro para ser candidato al ascenso a Segunda División. La primera ocasión del partido fue para los visitantes, en el minuto 13 que despejó sin problemas Julio Rico.

A pesar del buen comienzo del Burgos, no llegaban al área rival. Una falta peligrosa cerca del área colgada por Sergio Ruiz no encontró remate en el área burgalesa. La primera ocasión clara por parte del Burgos llegaba en el minuto 20, mano a mano con el portero que despeja un defensa del Racing. Tras el corner, llegaba el primer gol del Burgos, un balón colgado al área que consigue rematar el defensa, Julio Rico. La afición local seguía animando, y más aún con la ventaja en el marcador frente a un gran Racing que se crecía por momentos tras el gol encajado. Poco tiempo les duró la alegría a los del Burgos, en el minuto 31, Borja Lázaro, aprovechando que Saizar, portero de los blanquinegros estaba adelantado, marcó un golazo de vaselina desde fuera del área.

Ya en la segunda parte, Pouso cambió el sistema de juego a un 4-4-2, mismo sistema que su adversario, para jugar más de tú a tú. El Racing empujaba y ponía de su parte para aventajarse en el marcador, pero ni los cambios le dieron frescura al equipo que, a pesar de ser superiores en cuanto a ocasiones claras no tuvieron acierto de cara al gol. Tiempo que se les agotaba a los dos equipos. En los últimos suspiros, el Burgos pudo hacer mucho daño al Racing a la contra pero los locales no tuvieron suerte.

Lo positivo del encuentro es que el Racing va encontrándose en el juego del equipo y mejorando pero aun así tienen que conseguir materializar las ocasiones para seguir en la pelea por el ascenso.