El partido prometía desde el principio ya que enfrentaba a dos de los "gallos" de esta competición y desde los prolegómenos se sabía que no era un partido cualquiera, ya que a pesar de las inclemencias meteorológicas se celebró un pequeño homenaje a Quini.

Un Sporting combativo

Era un partido de los que se llevaba hablando toda la semana y en el que podía pasar cualquier cosa, partido complicado con conocidos en ambos bandos y sobre todo con sabor a Primera División.

El Rayo estuvo una vez más muy bien acompañado por su afición en esta cita tan importante ante un rival directo y pese a la distancia y ser un partido declarado de alto riesgo, la afición vallecana estuvo animando a su equipo los noventa minutos.

Quedaba claro que el Rayo no lo iba a tener nada fácil al igual que se sabía que Baraja le tenía ganas a su ex-equipo. Alberto volvía también a la que fue su casa y firmó una grandisima actuación.

El Sporting salió a presionar y a tener el balón, sabiendo que a los madrileños les hace mucho daño el no tener el control del campo. Con un once un poco cambiado respecto a los anteriores partidos (Bebé y Elustondo partían de inicio) el Sporting era el que llevaba la manija y... Avisó. 

En el minuto doce, Rubén García realizaba un lanzamiento de falta que obligaba a Alberto a demostrar su poderío. No estaban cómodos los franjirrojos Raúl de Tomás apenas creaba peligro y Embarba estaba desaparecido en ataque y muy impreciso, pero un disparo de Unai López que se marchó fuera por muy poco pareció servir para espolearles un poco, pero apenas creaban peligro con claridad.

Raúl de Tomás visualizando el terreno | Fotografía: La Liga
Raúl de Tomás visualizando el terreno | Fotografía: La Liga

Tras el descanso el Rayo se enchufó

No se sabe que pasaría en los vestuarios pero durante los primeros minutos el Rayo salió al ataque y tuvo sin duda la más clara de todo el encuentro.

Apenas se llevaban disputados diez minutos de la segunda mitad cuando los Vallecanos fallaban hasta tres ocasiones en la misma jugada: un centro de Unai López que remataba De Tomás y despejaba Mariño, la pelota quedaba muerta en el área gijonesa y Baiano chutaba a puerta, el balón daba en un jugador sportinguista y le quedaba a Raúl de Tomás para marcar, pero la mano de Sergio Alvarez lo impidió.

El colegiado no señaló nada, al igual que el linier ante las protestas de los de Míchel. Al Rayo le faltaba la magia de Fran Beltrán -que se encuentra disputando un torneo con la selección- y Elustondo no tuvo su día. 

Antes de que llegase el único tanto del encuentro, el Sporting obligaba a Alberto a emplearse a fondo, y así lo demostró sacando un mano a mano a Santos.

La mala fortuna de Elustondo

Y es que el mediocentro no estaba brillando durante el partido y eso penaliza en cierto modo al equipo rayista. Pero el colmo de la mala suerte llegó cuando en el minuto 68 el jugador vasco intentó despejar un balón que se fue al fondo de su portería. Tras esa acción el partido se ponía complicado para los madrileños.

Elustondo luchando con un rival por el dominio del esférico | Fotografía: La Liga
Elustondo luchando con un rival por el dominio del esférico | Fotografía: La Liga

Tras el gol los asturianos se vinieron arriba y pudieron ver aumentada la ventaja en el marcador ante un Rayo que quedó noqueado tras el gol y no supo reaccionar frente a las acometidas de los sportinguistas, tres puntos que se van y primera derrota de los vallecanos en esta segunda vuelta, pero quedan aún diez partidos -treinta posibles puntos- y esto debe continuar.

Ahora toca pensar en el próximo partido, ya que los de Míchel reciben en su casa a otro rival directo, el Cádiz, que se encuentra peleando por el ascenso al igual que los madrileños.