La participación de Diego Costa en el encuentro que enfrentó a España y a Argentina tuvo un poco de todo. El delantero de Lagarto tenía una oportunidad importante para poner las cosas en su sitio y volver a colocarse como primer delantero para Julen Lopetegui.

Después del gol y el buen partido que cuajó Rodrigo Moreno ante Alemania, Diego Costa salió de titular ante la Albiceleste y desde el primer momento dio muestras de estar muy metido en el partido. No era para menos, ya que jugaba en casa y se enfrentaba a unos defensas cancheros que iban a ir al choque. Como a él le gusta.

Y quién sino iba a marcar el primer gol de la selección en el Metropolitano. Un tanto raro, todo sea dicho, porque Lo Celso se confió y le dio el balón a Iniesta que conectó rápidamente con Asensio para coger desprevenida a la defensa argentina. El pase al área del jugador balear cayó al punto de penalti y a por él se lanzaron Fabricio Bustos, el meta Sergio Romero y el propio Diego Costa. El delantero español fue el que llegó primero a golpear el balón y con suspense consiguió alojar la pelota al fondo de la red.

Sin embargo enseguida la alegría se tornó preocupación porque Costa se quedó tendido en el suelo con evidentes gestos de dolor. El árbitro llamó a las asistencias médicas y aunque el hispanobrasileño pudo salir del campo por su propio pie todos los aficionados contuvieron la respiración, especialmente los atléticos que recordaron el debut de Diego Costa en su regreso al equipo con gol y lesión ante el Lleida.

Afortunadamente, el jugador pudo volver al césped y pese a que seguía con molestias continuó luchando cada balón, generando peligro y ayudando en defensa. Clave fue su desempeño en las tareas de achique ya que sobre el césped era de los pocos jugadores con altura y físico suficiente para frenar el poderío aéreo de los argentinos. Para evitar males mayores fue sustituido al descanso por Iago Aspas, que por cierto marcó y tampoco pierde comba en la pelea por ser el 9 de La Roja. 

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