La nueva etapa que se ha abierto en el Granada Club de Fútbol con la llegada al banquillo de Pedro Morilla sustituyendo a José Luis Oltra puede traer consigo cambios significativos más allá de los resultados. En su debut al frente del primer equipo, el técnico sevillano consiguió su primer triunfo 'in-extremis' ante un rival directo como el Club Deportivo Numancia, con sólo cuatro entrenamientos con la plantilla y con muchos cambios obligados en la alineación por diversos motivos. Precisamente, la actuación de algunos de los menos habituales puede abrir un debate sobre quién debe actuar de inicio en los próximos encuentros y, especialmente, en la posición de mediapunta.

Las nuevas compañías de Sergio Peña

Hasta hace una semana, la posición del hombre que orbita por detrás del delantero en el Granada tenía nombre y apellido adjudicado: Sergio Peña. El joven peruano había sido indiscutible para Oltra en la mayoría de las ocasiones que estuvo a su disposición y, en los últimos meses, incluso era la única opción para el míster. Ni Javier Espinosa, ni Antonio Puertas, los hombres que podían hacer competencia natural a Peña, habían convencido a Oltra con sus actuaciones y habían sido relegados a la grada desde hacía varias jornadas. Ahora, con Morilla, esa situación puede cambiar.

Peña no pudo estar presente en el duelo ante el Numancia porque fue convocado por su selección nacional, Perú, para la disputa de dos amistosos en Estados Unidos. Con el combinado andino disputó unos escasos seis minutos en el triunfo de los suyos ante Croacia y se quedó sin participar en el segundo duelo ante Islandia. Tras el viaje transoceánico le toca volver a Granada con un panorama muy diferente al que dejó hace escasa semana y media.

El elegido por Pedro Morilla para cubrir la posición de mediapunta frente al Numancia fue Antonio Puertas. El atacante almeriense, que apenas había contado para el anterior míster, se encontraba ante la oportunidad de jugar en su posición favorita y no en la banda como Oltra lo había utilizado habitualmente. Por detrás del punta, Puertas no desaprovechó su chance y fue el hombre con más brío en el ataque nazarí. Desparpajo con la pelota y buenas conexiones que tuvieron su premio en las postrimerías del choque, siendo el elegido que diera la asistencia del gol del triunfo.

Javier Espinosa, reinvindicándose tras su gol frente al Numancia. | Foto: Antonio L. Juárez

Si para Puertas supuso una liberación el encuentro, no menos lo fue para Espinosa. El jugador cedido por el Levante contó durante un buen tramo de la temporada con la confianza de Oltra, pero esta desapareció y fue condenado al ostracismo sin remedio aparente. El cambio de entrenador suponía una nueva esperanza para el talaverano, que salió dispuesto a aprovecharla. Sustituyó a Salvador Agra en el minuto 64 y, pese a no estar muy acertado durante el tiempo que estuvo en el césped, apareció en el momento clave. En el minuto 89 recogió el pase de Puertas en la frontal del área y colocó el balón en el palo corto de la meta numantina, en un golpeo imprevisible y lleno de calidad. El esférico entró, el gol subió al marcador y los tres puntos se quedaron en Los Cármenes. La conexión de los olvidados surtió efecto.

El horizonte que se le presenta ahora a Pedro Morilla es prometedor. El técnico tendrá a su disposición frente al Lorca Fútbol Club a los tres mencionados en este artículo y tendrá que decantarse por uno. La ausencia de Peña en la pasada jornada ha servido para recuperar para la causa a dos hombres que miran con optimismo y ganas a las jornadas que faltan. Veremos si el viaje con su selección le pasa factura al peruano o sigue conservando su estatus de titular pese al repunte de la competencia. En cualquier caso, bendito dilema para Morilla.