El próximo domingo 1 de abril el estadio de Cartagonova vestirá sus mejores galas para, a partir de las 19 horas, convertirse en implacable "juez" de las aspiraciones de dos de las "bestias" de este potente Grupo IV. El Cartagena - Extremadura es, a día de hoy,  un plato fuerte que bien puede determinar una liga. Sin embargo, el fútbol es un deporte atemporal  y tirar de memoria implica recuperar ese "aire romántico" que este tipo de encuentros siempre ha desprendido.

Da completamente igual la categoría. Esto va más allá de datos y estadísticas. Más allá de interminables debates y de "grupos de tíos pegando patadas a un balón". Aquí se ponen en juego contextos, historias propias y extrañas y recuerdos de toda una vida con un graderío como trasfondo. Una vieja camiseta y un "once" recitado tan nuestro y, a la vez, tan representativo de cada época como el más convulso de los acontecimientos. No hablamos sólo de un deporte, hablamos de un "trozo" de nuestras vidas.

Una tarde de enero

Foto: gotocartago.blogspot.com.es
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Hagamos un ejercicio de contextualización y situémonos en la primera semana de 2007. El año deportivo nos ha dejado la consolidación de nuevas figuras nacionales como Rafa Nadal o Pau Gasol, cuyos talentos comienzan a traspasar fronteras. El Barça de Rijkaard domina en Europa, logrando su segunda Champions, mientras que el eterno rival trata de deshacerse del reducto "galáctico" en una liga que acabará bautizando como "la del clavo ardiendo".

Un fútbol que continúa inmerso en esa época de transición entre dos formas opuestas de entenderlo, aunque en el fiero Grupo IV de 2ªB las cosas, de momento, cambian poco. Cartagena y Extremadura vuelven a verse las caras por tercer año consecutivo  en un encuentro que, independientemente de la tabla, sigue gozando de una innegable renta histórica.

Por un lado el "temido" conjunto local. Vigente campeón del grupo y eliminado por el Vecindario en los duelos de ascenso, el "efesé" de los Sabino, Marco, Molist y Sívori,  ve como "cracks" de la talla de Carlos Carmona comienzan a asomar la cabeza. Todo un "peso pesado" que comenzaba el año en el umbral de los playoffs y veía el encuentro como una oportunidad excelente de seguir con opciones arriba.

Del otro el último plantel del histórico CF Extremadura en 2ªB. Un conjunto que, tras varias campañas tratando de "recuperar" terreno perdido,  va poco a poco apagándose víctima de su losa histórica. Con el inolvidable Josu Ortuondo como director de orquesta, nombres como Santi Amaro, Julio Cobos o Changui tratan por todos los medios de hacer un papel digno y asegurar la categoría. Tarea muy complicada en una temporada en la que la sombra de las deudas se va, jornada a jornada, alargando.

Poderío local

Foto: gotocartago.blogspot.com.es
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El once de Amaral estaba formado por Cabrero, Leo , Camaño , Orlando ,Cabrejo, Mariano Sánchez ,Sívori ,Teo , Xavi Molist, Marco y Sabino.

Los de Almendralejo, por su parte, partían con Arturo, Trinidad, Rober, Witcha, Emiliano, Cobos, Velasco, David Carmona, Fernando Carmona, Changui y D'Amico.

El conjunto visitante se adelantaba a pocos minutos del inicio. En el minuto 06, un despeje de la zaga extremeña le cae a Changui y el gallego, sin dejarla botar, se saca una vaselina que sorprende a propios y extraños. Golazo, sorpresa y un fugaz hilo de esperanza que no tardaría en deshacerse.

David Amaral , viendo que el encuentro se complicaba, movía ficha sacando a Chito y cambiaba a defensa de tres. La reacción llegaba y,  tras una serie de polémicas decisiones arbitrales que enervaban al respetable, Mariano Sánchez aprovechaba un saque de esquina y la "colaboración"  de Arturo para poner la igualada en el 37.

Volvió a entrar "frío" el conjunto local en la segunda mitad, pero el vendaval albinegro no se haría esperar. Molist avisaba rozando el tanto en el 57 y, dos minutos después, asistía para que Sabino le diese la vuelta al marcador tras driblar al meta azulgrana.

Tuvo el empate en sus botas Fernando Carmona, pero las "limitadas" intenciones de reacción visitante se disipaban de un plumazo con el gol de la sentencia. Minuto 76. Marco García regatea al borde del área, levanta la cabeza y se inventa una vaselina de esas que dos años antes anotaba con la camiseta del Extremadura. 3-1 y golazo marca de la casa para enloquecer a la parroquia albinegra.

Seis minutos después, Ortuondo hacía su último cambio: un juvenil  llamado Willy Ledesma Galán, que disputaba con sabor amargo su cuarto partido de la temporada.  Con el silbato final y esta dura "felicitación de año", se inmortalizaba el retrato de los que serían los últimos latidos del histórico CF Extremadura en División de Bronce.

Caprichos del destino

Foto: Alberto Lorite @EXT_UD oficial
Foto: Alberto Lorite @EXT_UD oficial

La fortuna acabaría dando la espalda a los dos conjuntos en la recta final de campaña y las expectativas de ambos se desvanecerían  conforme avanzaban las jornadas.

El Cartagena, pese a quedarse a las puertas del playoff, tardaría tan sólo dos años en volver a escribir con letras de oro un merecido ascenso. Los azulgrana, en cambio, perdían la categoría frente al Pájara Playas en promoción y daban un nuevo paso para seguir enfilando su particular "corredor de la muerte".

El fútbol y su caprichoso devenir le tendría más de una sorpresa reservada a ambos clubes y algunos de los integrantes de aquel encuentro. David Amaral dimitiría horas después,  Sabino llegaría a ser capitán  y uno de los referentes futbolísticos en el nuevo Extremadura mientras que ese chaval juvenil, llamado Willy Ledesma, volverá el domingo a Cartagena convertido en emblema almendralejense. Pero esas... son otras historias.