Fabián ha sido, junto a Dani Ceballos, una de las apariciones más destacadas de la cantera del Betis en los últimos tiempos. Lleva tan solo dos temporadas completas en el primer equipo, pero su calidad y su gran personalidad dentro del terreno de juego le han permitido hacerse hueco en los planes de su entrenador. Pero actualmente ya no es sólo un jugador más, sino que se ha convertido en un jugador fundamental de su equipo.

Fabián tiene unas características muy particulares. Puede desenvolverse tanto en la posición de mediocentro como en la de mediapunta. En su equipo, la verdad es que cumple las dos funciones. Es capaz tanto de recuperar balones como de hacer jugar a su equipo. Es un llegador nato, de esos que en las Islas Británicas se hacen llamar “box to box”. Pese a su altura (1,89), tiene una calidad que, combinada con su fuerza, le hace ser un jugador capaz de marcar las diferencias tanto física como técnicamente. Destaca su personalidad y su atrevimiento, siempre quiere la pelota y sus compañeros siempre le buscan para que sea él quien la haga llegar hasta el área rival.

Pese a su reciente renovación de contrato, su cláusula de rescisión es muy baja (parecida a la de Ceballos), por lo que muchos equipos importantes del panorama nacional e internacional han comenzando una batalla para conseguir hacerse con sus servicios. El Betis tendrá que darse prisa para convencerle de que tiene que seguir creciendo en el equipo de su ciudad y evitar una nueva “fuga de talentos”. Por ahora, él está dispuesto a ello, ya que se siente agradecido por toda la confianza que la institución ha depositado en él. La afición le adora y le muestra su apoyo en cada partido. Éste es Fabián, la penúltima irrupción española.