El Celta de Vigo rescata un punto cuando menos parecía que lo podía lograr. Con un partido muy complicado y disputado, fueron los leones los que dominaron la primera mitad del encuentro, disponiendo de gran cantidad de ocasiones, mientras que los celestes trataban de volver a dominar el esférico como hicieron al principio del encuentro. Tras el descanso, eran los locales los que golpeaban primero, con el tanto de Unai Núñez. Después de este gol, los pupilos de Unzué parecían soltarse, ayudados por los cambios, llegando con más peligro a la portería rival, hasta lograr el empate en el minuto 91 de encuentro gracias al gran disparo de Brais Méndez, pudiendo llevarse la victoria en los instantes finales.

Sin un dominador claro

El partido comenzaba sin muchas ocasiones, con el control de la posesión para el RC Celta de Vigo y ejecutando una gran presión elevada dificultando la salida de balón de los vascos. Los de Unzué apretaban y trataban de hacerse con el dominio desde el primer momento. Sin embargo, la primera gran ocasión llegaría para los rojiblancos. Tras un despiste en la zaga celeste, Iñaki Williams se internaba solo en el área de castigo, pero Raúl García no pudo culminar el pase del español a puerta vacía, mandando el balón fuera en el minuto 8 de partido. A medida que avanzaba el encuentro, era el Athletic el que parecía sacudirse el dominio inicial del Celta y el que se aproximaba con más peligro al área contraria, siendo ahora los celestes a los que les costaba sacar el balón jugado desde la zona de atrás, debido a la buena presión que ejercían los locales.

 

El Celta, bien plantado. El Athletic, aprieta

Alcanzado ya el minuto 25, el Celta no sabía ni de qué color vestía el portero rival. No lograban crear los visitantes ni juego ni ocasiones, pero el balón seguía siendo gallego. El Athletic, por su parte, buscaba balones largos tratando de que Iñaki Williams o Raúl García bajaran algún balón, tratando de encontrar una situación de peligro. A su vez, a los locales les costaba combinar por bajo el balón, así como sacar el balón jugado, con un Celta muy bien plantado sobre el verde. En el minuto treinta de partido, Iñaki Williams reclamó una acción que bien pudo ser penalti, pero el colegiado interpretó que el español se tiró, viendo de esta manera la tarjeta amarilla. El primer gol pudo llegar en el minuto 34. De nuevo Williams remató un centro colgado al primer palo, pero su testarazo se marchó rozando el palo de la portería defendida por Sergio. Poco a poco, el Celta parecía irse desvaneciendo, y el Athletic se sobreponía al juego visitante. Una nueva ocasión local llegaba con un disparo demasiado cruzado en el minuto 37 de partido en las botas de Raúl García. Pese a todo, los celestes continuaban bien plantados, dificultando en gran medida el juego de los rojiblancos. Con esta dinámica terminaría la primera mitad, con poco fútbol y las ocasiones más claras para los vascos.

 

El Athletic lo busca y lo encuentra

Al inicio de la segunda mitad, era el conjunto dirigido por Juan Carlos Unzué el que parecía salir más decidido para lograr los tres puntos, buscando un tanto con balones colgados al área, pero al igual que en el primer tiempo, los locales poco a poco se iban acomodando en el verde, quitándose de ese dominio inicial de los celestes, comenzando a mandar de nuevo en las ocasiones del encuentro. Tanto fue así, que en el minuto 55 de partido llegaba el primer tanto del encuentro de los pies de Unai Núñez. Tras un remate espectacular de Raúl García al palo en un saque de córner, el rechace lo recogía el defensa rojiblanco para adelantar a su equipo en el marcador. Tras el tanto, Juan Carlos Unzué buscaría revolucionar el partido e ir a por todas, introduciendo en el minuto 62 tanto a Pione Sisto como a Pablo Hernández, retirando del terreno de juego a Lucas Boyé y Daniel Wass respectivamente, buscando esa energía que le estaba fallando al equipo.

 

El Celta, a por el empate

El partido continuaba con la misma dinámica. Los locales buscaban aprovechar la gran velocidad de Iñaki, el que estaba siendo el mejor del encuentro, mientras que los de Unzué trataban de encontrarse con un tanto que les diera el empate con grandes dificultades. En el minuto 66, sin embargo, era Kepa, el arquero del Athletic, el que se tuvo que emplear a fondo. Tras un gran centro raso desde la derecha por parte de los celestes, era Íñigo Martínez el que iba a despejar hacia su propia portería, tendiendo el arquero español que rechazarlo con una espectacular parada. Con el paso de los minutos, los visitantes parecían sentirse cada vez más cómodos, buscando ese tanto que pusiera el 1-1 en el marcador, llegando cada vez con más peligro y más fluidez a campo contrario. Este estuvo a punto de llegar en el minuto 78, con un espectacular remate de cabeza de Maxi Gómez desde el punto de penalti, que salió besando el palo izquierdo de la portería local. Los ataques celestes dejaban muchos espacios atrás, y el Athletic los aprovechaba, sin dejar marchar esa sensación de peligro que plasmaron los rojiblancos a lo largo del encuentro. Con los futbolistas del Athletic pidiendo la hora por el cansancio, los gallegos trataban de hacer un último esfuerzo en busca de un punto que les siguiera dando esperanzas para alcanzar Europa. Ante todo pronóstico, y en el último suspiro de partido, este empate iba a llegar de las botas de Brais Méndez. Tras una gran jugada del equipo celeste, un gran centro desde la derecha acababa en los pies del canterano, quien con una volea rasa conseguía batir a Kepa en el minuto 91 de encuentro.

 

Final de locura

Después el empate, esto no iba a acabar aquí. Tras un saque de córner, un disparo espectacular de Hugo Mallo desde la frontal era repelido por el arquero local y el palo cuando el esférico se colaba por la escuadra. Con un Athletic fundido, era el Celta el que llegaba con gran claridad al área rival en los últimos 2 minutos de juego, llegando a disponer de una falta clarísima que Maxi mandó a la barrera y a sufrir la anulación de un gol en el 94 por claro fuera de juego de Pablo Hernández. Pese a la locura final, el resultado no se movió, y el Celta logra rescatar así un punto que sabe a gloria.