Todo el que conociera a Nacho, sabe de lo gran persona que fue. Atento y amable, el que fuera jugador del C.D. Málaga siempre tenía una sonrisa en la boca, y siempre respondía de manera agradable.
Y así lo han expresado todos los que han compartido algún rato de charla con él. Muchas han sido las muestras inmediatas tras saberse en la mañana del sabado, que el viernes por la noche, Nacho había fallecido, debido a un infarto. El médico, que se estaba recuperando de unas quemaduras que sufría semanas atrás, nos dejó a los 62 años. Todo el mundo del fútbol malagueño está de luto, ya que ha sido pieza clave de la historia del balompié en Málaga.
A los 14 años, y a causa de un traslado laboral de su padre, se mudó a Málaga. En categoría infantil, decidió formar parte del Puerto Malagueño. Años después, tuvo una etapa en el Real Madrid, aunque acabó regresando a Málaga, formando parte del Atlético Malagueño y pasar en la temporada 76-77 al CD Málaga.
Formó parte del primer equipo durante ocho temporadas, llegando a ser capitán. Jugó 222 partidos oficiales y vivió dos ascensos a Primera División con el cuadro boquerón. Durante su etapa como futbolista, Nacho jugó de líbero, una posición que a día de hoy se usa más bien poco. No solo él es el único de su familia que ha puesto en el fútbol un modo de vida. Y es que, junto a él jugó su hermano Juan Carlos, actual médico del Málaga C.F.
Su hijo Nacho, retirado hace apenas un par de años, jugó en Málaga, Getafe y Betis. Su otro hijo, Perico, también jugó en la cantera del club blanquiazul, llegando a jugar en el Málaga B.
Tras dejar el fútbol, Nacho ha estado unido a las categorías inferiores del Málaga hasta el pasado verano, en el que el club y el médico se desvincularon. El Málaga CF ha pedido a la LFP, que se realice mañana en el partido ante el Villarreal, un minuto de silencio en su recuerdo.
Desde VAVEL queremos mostrar a los familiares de Nacho todo nuestro pésame y dolor por la perdida.