El Deportivo continúa cavando hacia el infierno de la segunda división, esta vez el escenario fue el Wanda Metropolitano frente a un Atlético de Madrid plagado de bajas y que no se encontró cómodo en el campo en ningún momento. El solitario gol de Kévin Gameiro desde los once metros fue suficiente para derrumbar a un Depor que tuvo ocasiones para cambiar el resultado.

El partido arrancó con el conjunto gallego bien plantado en el terreno de juego y poniendo en apuros a la defensa colchonera, a la que le costó tapar las caídas de los atacantes del Deportivo a banda.

Lucas Pérez tuvo en sus botas la primera gran ocasión del encuentro al encontrarse en un mano a mano con Jan Oblak, precedido de un error de Savic. El portero solvento con gran acierto la acción del delantero coruñes, al igual que minutos después un remate de cabeza del mismo a centro de Luisinho.  

Pero el portero eslovaco no es perfecto y un fallo en la salida propició que Pedro Mosquera se encontrase solo frente a la portería tras un córner, el gallego no fue capaz de transformar en gol su remate de cabeza y el Atlético continuaba con la puerta a cero.

Probablemente uno de los mejores partidos del Depor en los últimos meses no se traducía en resultados y terminaron pagándolo en una jugada tan aislada como polémica. Gabi golpeó una falta y un leve agarrón de Mosquera sobre Saúl fue suficiente para que el valenciano cayese al suelo y Trujillo Suárez señalase la pena máxima.

Kevin Gameiro tomó la responsabilidad y batió a Rubén para poner por delante a un Atlético de Madrid al que le costaba horrores crearle peligro al Depor. Tras este gol, los coruñeses se encontraban otro partido más por debajo en el marcador, con la imperiosa necesidad de anotar gol, algo que solo ha ocurrido en dos ocasiones desde que Clarence Seedorf tomó las riendas de la nave.

La segunda parte fue un calco de la primera, los madrileños mantenían en resultado sufriendo más de lo habitual. Lucas Pérez continuó tirando del equipo y creando las ocasiones de más peligro, aunque una de ellas llegó por parte de Borja Valle.

El berciano acababa de entrar en el terreno de juego cuando se encontró en una galopada sin ningún rival cerca y con destino Jan Oblak. Cuando parecía que el Deportivo podría empatar el encuentro apareció Lucas Hernández, el francés le barrió la bola de los pies a Borja Valle en la frontal de área grande y acabó con el peligro para su equipo. Nuevamente el Depor perdonaba.

Con el paso de los minutos los nervios afloraron en los jugadores blanquiazules, a los que les costaba más llegar a la portería rival. Aun así dispusieron de un par de ocasiones en los pies de Bakkali, que tomó malas decisiones a la hora de terminar la jugada.

El Atlético se llevó los tres puntos de su campo cuando no fue más merecedor de ellos que el Depor, pero el polémico penalti sobre Saúl decantó una balanza que deja a los madrileños dos puntos más cerca del Barcelona y que aleja a los gallegos todavía más de la salvación. En concreto ocho puntos separan al Deportivo del equipo que marca la salvación, en este caso el Levante.

Pese a realizar un partido bastante digno el resultado ha sido el mismo de los últimos meses, una derrota, siendo ya catorce jornadas sin conocer la victoria en el campeonato doméstico. La próxima semana reciben al Málaga, actual colista de la Liga Santander, dos equipos que tienen pie y medio en Segunda División y que buscan un milagro que les mantenga en lo más alto del fútbol español, al menos, un año más.

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