A falta de nueve jornadas para que el campeonato de liga en Segunda División llegue a su fin se empiezan a clarificar las luchas en la clasificación y las oportunidades comienzan a cobrarse como a vida o muerte. Hemos entrado en el tramo decisorio de la temporada y hay un equipo que lo ha hecho con el pie cambiado en todos los aspectos. El Granada Club de Fútbol afronta las últimas jornadas del curso en un estado alarmante, con unos resultados paupérrimos y un sinfín de razones que hacen dudar de que la empresa llegue a buen puerto.

Sólo tras el Almería

El Granada es el que menos ha sumado en las últimas 5 jornadas entre los aspirantes al ascensoLa zozobra en la que ha entrado el Granada queda representada en los resultados que ha cosechado en los últimos cinco encuentros. Una única victoria, la conseguida in-extremis ante el CD Numancia hace dos jornadas, y cuatro derrotas. Tres puntos de 15. Ocho goles en contra por cinco a favor. Un entrenador destituido por el camino y otro que en su primera salida encaja una derrota en casa del que era colista y deshauciado, el Lorca FC. Un papelón.

Estos números se agravan aún más si se comparan con el resto de equipos de la categoría. Y es que, el Granada no ha sido el peor equipo de Segunda en esta manita de encuentros porque ha habido alguien capaz de hacerlo todavía peor: la UD Almería. El equipo entrenado por Lucas Alcaraz tan sólo ha sumado un punto de los últimos 15 en juego, lo que le hace seguir complicándose la vida. Por delante de los del poniente andaluz se encontrarían el FC Barcelona B y los nazaríes.

Imagen del segundo tanto del Lorca FC. | Foto: La Liga                                                                                                           

Lo que realmente hace daño a las aspiraciones rojiblancas es comparar sus números con los de sus rivales en la pelea por el ascenso. Si hablamos del directo, el que te da billete express para Primera División, el Sporting de Gijón ha hecho pleno de victorias en los últimos cinco partidos y se ha colocado líder. El Rayo Vallecano le viene a la zaga con 8 de 15 y el tercero, la SD Huesca, ha sumado sólo tres empates pero está pendiente de jugar el partido aplazado de esta pasada jornada por el accidente del jugador del Albacete Balompié, Pelayo Novo. Cerrando la lucha de ascenso directo está el Cádiz, que ha sumado ocho puntos.

Con el Granada quinto, los rivales que vienen por detrás también aprietan en post de una plaza en el play-off de ascenso. El Real Zaragoza, sexto con los mismos puntos que los nazaríes, ha ganado cuatro de sus últimos cinco partidos. Curiosamente, la única derrota llegó en casa ante el Sevilla Atlético, con pie y tres cuartos en Segunda B. Fuera de los puestos de privilegio se sitúa el Real Valladolid, que ha sumado nueve, Numancia y CA Osasuna, con siete, cinco para el Real Oviedo y el CD Lugo, y doce para la resurrección del CD Tenerife. En resumen, el Granada ha sumado menos que todos los rivales que aprietan por detrás y se distancian por delante.

Explicaciones del derrumbe

Muchas y muy variadas están siendo las causas que han llevado a los nazaríes al estado de alerta en el que se encuentran ahora mismo. La baja de jugadores capitales y el ínfimo rendimiento de otros que eran importantes, el descontrol en las áreas, la sangría de goles a balón parado y los pobres números jugando como visitante o ante equipos de la zona baja de la tabla son algunos de los males que actualmente aquejan a los de Morilla.

Sin Machís, el Granada se derrumba en ataque. | Foto: Antonio L. Juárez

Los rojiblancos no han podido contar en las últimas semanas con varios jugadores de peso en el entramado andaluz como Adrián Ramos o Darwin Machis. El delantero colombiano, al margen del acierto goleador, dota al equipo de mayor brío en ataque con combinaciones de espaldas o buenos desmarques. Se encuentra en el tramo final de su recuperación y habrá que esperar para ver si puede estar ante CA Osasuna el próximo sábado. Si importante es Ramos, más lo es Darwin Machis. El puñal en ataque se autoexpulsó en el Carlos Tartiere de Oviedo y de la sanción de cuatro encuentros que le impusieron aún le restan dos por cumplir. Se espera a la resolución del TAD para ver si le levantan dicho castigo. Además de ellos, Mathieu Saunier no pudo jugar en Lorca por lesión y el equipo lo acusó mucho.

8 de los 17 goles encajados en 2018 han sido a balón paradoA las importantes ausencias que tiene la plantilla actualmente se le suma el bajo rendimiento de algunos jugadores que estaban llamados a jugar un papel trascendental. Especialmente notorios son los casos de Chico Flores y Joselu Moreno. El central gaditano lleva varios meses ofreciendo un rendimiento notablemente inferior al mostrado a su llegada a la ciudad de la Alhambra. Errores de marca, despistes defensivos o incapacidad para robar balones se reproducen partido tras partido. Para muestra, el tercer gol del Lorca en la pasada jornada, permitiendo que un defensor del equipo murciano se revuelva dentro del área y fusile a Javi Varas. Arriba, el problema lo tiene Joselu. El atacante onubense anda perdido en la punta de lanza, donde apenas toca el balón y no ve puerta desde diciembre. Su ansiedad por hacer gol le puede y lo hace desaparecer de los partidos.

Continuando el compendio de fatalidades hay que hacer hincapié en los desastrosos números de los rojiblancos lejos de su feudo, el Nuevo Los Cármenes. 14 puntos de 51 posibles atestiguan el pobre bagaje que los de rayas horizontales han cultivado a lo largo del campeonato. Sólo consiguieron vencer en Alcorcón, Soria y Córdoba. La derrota en Lorca ha sido la gota que colma el vaso en lo que a actuaciones como foráneo se refiere. No se puede achacar al ambiente hostil de los campos rivales, pues en la Ciudad del Sol la afluencia de público local fue muy baja y los granadinos se vieron muy arropados por su parroquia. Difícil encontrar razón lógica a la diferencia de números entre local y visitante.

Chico Flores, uno de los grandes señalados por sus últimas actuaciones. | Foto: Antonio L. Juárez

Otra de las razones que está enterrando las opciones de ascenso directo del Granada se encuentra en los decepcionantes números del equipo cuando juega contra oponentes de la zona baja de la tabla. Los guarismos hablan por sí solos. De los clubes enrolados en puestos de descenso, los nazaríes solo han sido capaces de ganar los dos encuentros al Córdoba. Aún debe enfrentarse al Sevilla Atlético y a la Cultural Leonesa en la segunda vuelta, pero en la primera cayeron derrotados frente al filial hispalense y sólo arañaron un punto del Reino de León. Con el Lorca ya saben lo ocurrido.

Finalizando la enumeración de los problemas podemos destacar la fragilidad defensiva a balón parado. Un mal que empezó a reproducirse a principios de 2018 y que lleva lastrando al Granada desde entonces. Ocho de los 16 goles encajados desde que arrancara enero han sido a balón parado, lo que representa casi el 50 % de los mismos. Cádiz, Albacete, Barcelona B, Zaragoza, Tenerife, Lugo y Lorca por partida doble fueron los verdugos. De todas las clases: rematando de cabeza, con el pie y en segunda jugada. Los errores que José Luis Oltra fue incapaz de atajar se reproducen con Pedro Morilla en el banquillo. Flaquean los rojiblancos en muchas facetas y, de no encontrar una cura rápida a las enfermedades que aquejan al enfermo, la empresa se verá abocada al fracaso. Uno que sería mayúsculo.