Lalo Arantegui sustituyó a Narcis Juliá, allá por febrero de 2017, como director deportivo del Real Zaragoza. Llegó al club maño procedente de la SD Huesca, tras desvincularse del club altoaragonés en una jugada, según Lasaosa un tanto sucia. “Quiero manifestar que lamentamos el comportamiento de los actuales dirigentes del Zaragoza con la Sociedad Deportiva Huesca. Voy a ser muy claro, en nuestro club aplicamos un principio: a los desagradecidos les pagamos con indiferencia", decía el actual presidente oscense.

Después de conseguir la salvación matemática en Montilivi, Arantegui hizo una gran limpieza de la plantilla en verano. Se produjeron hasta 24 bajas en el vestuario zaragocista, contando jugadores que volvían de cesiones y a orillas del Ebro llegaron hasta 14 jugadores nuevos, más el técnico Natxo González y las nuevas incorporaciones del Deportivo Aragón.

Nada más acabar la temporada, el 13 de Junio de 2017, Lalo salía a rueda de prensa para hablar de las bases de la temporada 2017/18 y hablar de la situación de los jugadores que habían acabado la temporada con el Real Zaragoza. En ella, presentaba también a cinco nuevas incorporaciones: Grippo, Buff, Ángel, Eguaras y Benito.

A estas alturas de temporada parece que el trabajo del director deportivo ha dado sus frutos, ya que la mayoría de esos jugadores están siendo claves para que el equipo maño se encuentre actualmente en los puestos de acceso a la promoción de ascenso a Primera División.

Uno de los jugadores que anunció Lalo Arantegui es el anteriormente citado Iñigo Eguaras. Nacido en Ansoáin (Navarra) el 7 de marzo de 1992, llegaba procedente del Mirandés, donde había disputado las dos últimas campañas. El jugador formado en Lezama, tuvo que salir del País Vasco para encontrar cobijo y minutos en el Sabadell, donde jugaría una temporada y después sería traspasado a tierras burgalesas. Por eso, podemos decir que el antsoaindarra goza de experiencia en la categoría de plata del fútbol español.

Pero el centrocampista llegaba a Zaragoza con un pequeño hándicap; Alberto Zapater partía como favorito en el MCD, tanto de la afición como de Natxo. Pese a empezar la pretemporada como suplente, Eguaras fue poco a poco demostrando sus cualidades, poco a poco fue adentrándose en el once inicial y consiguió ser de la partida en el primer encuentro de la presente campaña.
 

Foto: La Liga

La aparición del rombo y la transformación de Eguaras

Con el paso de las jornadas, el Real Zaragoza jugaba de lujo pero no conseguía los resultados que tanto la dirección técnica y deportiva como la afición esperaban antes del arranque de la temporada. Por ello, Natxo González hizo varias variaciones en el sistema hasta que dio con la tecla: el rombo.

La irrupción del rombo obligó a desplazar a Guti y a Zapater a los lados del mismo, lo que supuso una liberación total del pivote. Ya no se molestaban los jugadores en la salida del balón y Eguaras tenía más libertad en la zona defensiva del centro del campo.

De esta manera, el navarro convertía su propia revolución en la de todo el equipo, haciendo que este espabilara y remontara hasta llegar a las posiciones de playoff, convirtiéndose él mismo en el mediocentro de moda de La Liga 123 y siendo el mejor recuperador de toda la categoría.

Esta nueva formación hacía que Eguaras fuera la piedra angular del equipo, siendo la clave en la salida del balón, asociándose perfectamente tanto con los interiores, con la mediapunta y filtrando balones determinantes para que los delanteros convirtieran. Podríamos decir que el ex canterano del Athletic fue el líder de la resurrección del conjunto maño gracias su tranquilidad y a su gran calidad.

El rey del centro del campo en Segunda

Iñigo Eguaras ha jugado un total de veintiséis partidos. En 23 ha ejercido como titular y en otros tres ha salido al campo sustituyendo a un compañero. El navarro acumula un total de 2.026 minutos en los que ha conseguido hacer cuatro asistencias. En estos veintiséis partidos, Iñigo Eguaras ha conseguido liderar el top 5 de mediocentros de la categoría de plata en cuanto a estadísticas se refiere.

El pivote zaragocista acumula un total de 1564 pases, convirtiéndose así en el segunda mayor pasador, solamente detrás de Yeray (Cultural y Deportiva Leonesa, 1872 pases). Comparando estos datos con la media de pases de los mediocentros de la segunda división (435.7 pases) podemos observar que el juego del navarro de superior al nivel de la categoría de plata.

Eguaras ha hecho que al Zaragoza le guste llevar el control de balón, pero también ha organizado un sistema defensivo a su alrededor clave para la mejoría de los resultados blanquillos. Tanto es así que acumula 228 recuperaciones, lo que le convierte en el mejor mediocentro de contención, con 161 recuperaciones por encima de la media (67,1).