Semana larga la que va a tener por delante el Athletic hasta que llegue el compromiso ante el Villarreal del próximo lunes. Desde que finalizara el encuentro ante el Celta de Vigo el pasado sábado, el conjunto de Ziganda ha tenido tiempo para recuperar y entrenar a partes iguales pensando en uno de los últimos compromisos ligueros de una temporada decepcionante.

En el análisis final habrá que ver la incidencia que han podido tener las lesiones, pues han sido numerosas y han incidido en gran parte del esquema táctico de un Ziganda que no parece haber llegado con buen pie al conjunto rojiblanco.

Uno de los que tuvo que pasar por la enfermería fue Óscar De Marcos, el lateral vitoriano que en su comparecencia en sala de prensa ha admitido estar "bien y a gusto en el campo".

Además, ha valorado la posible influencia negativa que han tenido esos partes de bajas numerosos a lo largo del curso: “Habrá influido bastante pero sería poner excusas. Cuando las cosas no han salido como quieres, poner excusas es de cobardes”.

Está convencido de que la irregularidad del equipo ha sido la nota disonante de una temporada para el olvido: “No hemos tenido ni tres partidos consecutivos dando un buen nivel y eso es lo que todo el mundo achaca. Veníamos haciendo años muy regulares y este año no lo hemos conseguido”.

Por otro lado, también pone el foco en los jugadores, pues reconoce que “cuando ves a un equipo que está ahí arriba es porque los jugadores están dando un nivel muy alto”, algo que ejemplifica con la situación de un Valencia que años atrás ha estado en una situación similar a la que vive ahora el Athletic.

"Muchas veces las soluciones vienen con cambios"

Acabando con un tema que ha derivado en un incesante ir y venir de nombres de jugadores y entrenadores que podrían estar el próximo año en la plantilla rojiblanca, De Marcos asume que “es lógico que se hable de todo eso”.

“Cuando las cosas no van como queremos hay que buscar culpables o soluciones. Muchas veces las soluciones vienen con cambios. Se está hablando de jugadores nuevos y de técnicos nuevos. Lo asumimos, pero intentamos seguir trabajando para demostrar que queremos estar aquí”, añadió.

Y es que, cita el compromiso como el valor que tiene que prevalecer en un final de temporada que se puede hacer largo: “Estamos en Primera División y el que no quiera jugar es porque no le gusta el fútbol. Lo de Europa nos agarramos porque hay una mínima opción, pero ojalá yo pueda jugar los ocho partidos que quedan y como yo, todos los jugadores. No hay excusas para no ir a por todos los partidos y no estar hasta final de temporada dándolo todo”.

Esa séptima plaza es, precisamente, lo que se alejó un poco más tras el empate ante el Celta de Vigo. Contundente en sus declaraciones, el de Vitoria arroja sensatez a la situación: “No dependes de ti mismo y por lo tanto tienes que ir sumando de tres en tres y ver si se dan las circunstancias para irte acercando. Estamos a diez puntos con una jornada menos y lógicamente está más lejos”.

Por último, ha desvelado la situación de un Iker Muniain que está cada vez más cerca de reaparecer con la camiseta del Athletic tras la lesión que sufrió a finales de septiembre: “Siempre ha sido muy ambicioso y se ha estado preparando al máximo para estar al mejor nivel posible y está deseando jugar. Ojalá pueda estar cuando antes porque nos va a venir muy bien para lo que queda hasta el final de temporada”. La reaparición del navarro puede ser el único atractivo de cara a un final de curso aciago para el Athletic de Ziganda.