Uno no es de donde nace, sino de donde pace. Este es el caso de Álvaro Moreno Aragón (Granada, septiembre de 1990), un colegiado andaluz debutante en la categoría, pero perteneciente al Comité Técnico de Árbitros de la Comunidad de Madrid, en lugar de al de Andalucía, estamento que le correspondería por lugar de nacimiento, la ciudad nazarí.
Un debutante camuflado
Aunque primerizo en el Fútbol Profesional, podemos decir que este árbitro cuenta ya con la garantía que a sus espaldas tiene de, nada más y nada menos, 69 partidos en Segunda División B, una división en donde priman el juego directo y los duelos individuales por encima del juego de toque, la velocidad y, en definitiva, por encima también de los partidos fáciles de dirigir.
Dieciocho son los encuentros que Moreno Aragón lleva ya dirigidos esta campaña, la 17/18 y fue en dos de esa casi veintena de choques, cuando se cruzó en el camino del Real Oviedo, el conjunto dirigido por Juan Antonio Anquela.
Esperanza
A pesar de que la primera de las tres veces que el andaluz impartió justicia en un partido del conjunto carbayón quede ya lejana en el tiempo, –temporada 2013/2014- sí que podemos analizar su labor en partidos relativamente cercanos, como la que llevó a cabo en el Real Oviedo 2-0 Córdoba del pasado mes de octubre en el feudo carbayón, o en el punto que el conjunto de la capital del Principado cosechó en el Estadio de El Alcoraz, Huesca.
A partir de esos datos se pueden sacar dos cosas en claro que invitan al optimismo: la primera de ellas es que, a pesar de que se trata de un árbitro joven –considerado este como un colegiado que no supere la treintena- tiene la mano izquierda suficiente para dirigir un partido de estas características. La segunda y última es que Moreno Aragón nunca ha visto perder al Real Oviedo.
Y dos luchas por el ascenso
Dato a destacar será también lo que rojiblancos y azules pondrán sobre la mesa el próximo domingo en el Anxo Carro de la capital lucense –la lucha por el playoff- y las características del escenario, un terreno de juego que, a pesar de contar con las mismas medidas que el Carlos Tartiere, 105 x 68 m, parece mucho más pequeño de lo que es en realidad por la cercanía de los aficionados a la línea de cal.
El partido que dirigirá el granadino Moreno Aragón será muy distinto al que aconteciera en la primera vuelta, cuando el Real Oviedo se alzó con el triunfo por un apretado tres a dos. Tanto Lugo como Oviedo vienen de perder y a pesar de que será un partido muy intenso y seguramente el colegiado se las tenga que arreglar bastante en cuanto a la dirección de partido se refiere, los equipos no concederán tanto como en aquella lluviosa mañana de noviembre.
Es digno de hacer mención también que Lugo y Oviedo no son los únicos que se juegan algo esta jornada. Moreno Aragón, ayudado por sus asistentes Garrido Romero (número uno) y Santiago Sacristán (número dos) y pertenecientes al mismo comité que su árbitro principal, tratarán de seguir luchando por lograr que la lejana proyección que este colegiado tiene siga el curso que tiene previsto.