El Málaga de José González consiguió su primera victoria, también fue la primera del 2018. Los blanquiazules superaron al Villarreal de Javi Calleja por 1-0, gracias al tanto de penalti de un Chory Castro que se ha convertido en un auténtico talismán, ya que siempre que el charrúa marca en el templo blanquiazul el Málaga consigue llevarse los tres puntos.

Luis Hernández e Iturra itentando robar el esférico a Castillejo | La Liga

Incluso el técnico amarillo, ex jugador malaguista, admitió en rueda de prensa la superioridad de los costasoleños sobre el terreno de juego. Esta victoria, a pesar de que el Málaga sigue en lo más bajo de la clasificación, ha vuelto a despertar las esperanzas de la afición que con el partido de Riazor a la vista, frente a un rival más que directo, ya hace cuentas para ver si es posible lograr la salvación.

A continuación el largo y tortuoso camino que ha pasado el Málaga para conseguir la primera victoria del año: El 2018 empezó para el Málaga CF tal y como terminó el 2017, un auténtico calvario. Bajo el mando de Míchel González, el Málaga rodaba como penúltimo clasificado con un total de 11 puntos, habiendo ganado un total de tres partidos (Athletic Club, Celta de Vigo y Real Sociedad).

Un inicio desastroso

El año nuevo traía esperanzas totalmente renovadas para jugadores y afición. El punto de mira estaba puesto en el Espanyol de Quique Sánchez Flores, que tampoco atravesaba el mejor momento, se encontraba en la 15ª posición con 20 puntos, habiendo ganado 5 partidos.

A pesar del esfuerzo de los hombres de Míchel el Málaga fue incapaz de conseguir los tres puntos, el partido fue un querer y no poder en el que los pericos consiguieron la primera victoria a domicilio de la temporada gracias al tanto del ex malaguista Sergi Darder, en los primeros compases del encuentro. Tras este partido Míchel, que ya estaba al borde de la destitución desde hace tiempo, quedó señalado por el público de La Rosaleda. Pero el colofón llegó con la derrota en el Coliseum Alfonso Pérez, otra vez por 1-0. Un partido en el que los futbolistas blanquiazules arrastraron el escudo por el terreno de juego no mostrando ni calidad ni ímpetu para conseguir la victoria.

Míchel durante su último partido como entrenador del Málaga | La Liga

Con el Málaga aun como penúltimo clasificado con 11 puntos Míchel fue cesado. Inmediatamente llegó el técnico gaditano José González, que tuvo poco tiempo para preparar la visita a Ipurúa.

La llegada del nuevo técnico

José González llegó a Martitricos y trajo consigo ilusiones renovabas. En la rueda de prensa de su presentación el entrenador andaluz dejó claro que el Málaga conseguiría la permanencia. Y la cosa no empezó del todo mal. El Málaga arrasó en Ipurúa, parecía un equipo totalmente distinto. Comenzó adelantándose en el marcador gracias a una galopada del joven En-Nesyri, que volvía a marcar en La Liga casi un año después y otra vez frente al Eibar. Sin embargo, en los minutos finales el choque se complicó. Los armeros apretaron y consiguieron empatar de la mano de Kike. Además Kuzmanovic, que volvía a jugar, salió desde el banquillo y tardó poco en ser expulsado, pero aunque el final fue sufrido y solo se sumó un punto el nuevo Málaga de José González prometía.

Celebración de En-Nesyri | La Liga

La visita del Girona a La Rosaleda supuso la suma del segundo empate consecutivo (0-0 en esta ocasión) para los malaguistas. Un punto muy valioso, ya que el Girona de Pablo Machín estaba lanzado hacia los puestos europeos. La nota negativa la puso Chory Castro, siendo expulsado durante la recta final del partido por dar una patada por detrás a Muniesa cuando tenía cartulina amarilla. Así el Málaga se consolidaba como uno de los equipos con más expulsados del campeonato, algo que se agravaría en jornadas posteriores.

Comienzo de la racha de derrotas

A raíz de estos dos empates los blanquiazules mejoraron en cuanto a juego, pero entraron en un bucle de resultados negativos. El Málaga plantó cara a equipos como Atlético de Madrid, Valencia o Athletic Club, pero contra todos ellos cosechó malos resultados, llegando a sumar un total de siete derrotas consecutivas.

Esta mala racha comenzó contra un rival directo en la lucha por la permanencia, la UD Las Palmas. En un partido bastante tenso en el que ambos equipos tenían la cabeza puesta en evitar la derrota, antes que en lograr la victoria, los canarios consiguieron hundir aun más al Málaga con un gol de Halilovic, con algo de fortuna, en el último minuto del partido. Con esta derrota la moral de los futbolistas quedó por los suelos, no tanto por la propia derrota, sino por cómo había sucedido.

Gol de Halilovic en el descuento | La Liga

A la semana siguiente llegó la visita del equipo del Cholo Simeone. Los colchoneros, que estuvieron a merced del Málaga durante todo el partido, se llevaron los tres puntos gracias a un gol de Antoine Griezmann a los 40 segundos. La frustración en las gradas de La Rosaleda se hizo más que visible. Las dos siguientes derrotas de este nuevo calvario, frente al Valencia y al Athletic de Bilbao, fueron bastante similares. En ambos choques los hombres de José González empezaron abriendo la lata, sin embargo en sendos partidos se sufrió la remontada del rival.

Puede que la del Valencia, por ser en casa y en un partido en el que el Málaga fue mejor, doliera más. Pero en San Mamés En-Nesyri hizo su particular hat-trick, con un gol, un penalti fallado y una expulsión, llevando al aficionado malaguista a la desesperación.

El equipo perdió el buen juego

Aunque el Málaga era superior a sus rivales, ya sea por mala suerte o por no saber cerrar los partidos no se lograba la victoria. Sin embargo, en Butarque frente al Leganés el equipo volvió a mostrar su peor versión. Los pepineros ganaron 2-0 y la gran protagonista fue el ex malaguista Nordim Amrabat, un punto por la banda que anotó el segundo gol.

El FC Barcelona, líder el campeonato, llegó a tierras malacitanas sin su principal estrella. Leo Messi no viajó por el nacimiento de su tercer hijo. Pero los blaugranas no necesitaron la presencia del astro argentino para, jugando a medio gas, pasar por encima del Málaga con suma facilidad.

Un punto nueve jornadas después

La visita a Balaídos del colista para enfrentarse a un Celta que no termina de arrancar no es el mejor atractivo para ver un partido de fútbol por televisión. El transcurso del partido fue bastante tibio, no hubo grandes ocasiones y aunque Lestienne estampó el balón en el palo en el tiempo añadido, el empate a cero fue el resultado más justo. El Málaga volvía a puntuar, algo que no hacía desde que empatase a cero con el Girona en La Rosaleda.