El barrio de Vallecas está volcado con el Juvenil A en este tramo final de temporada de la División de Honor. Los de Ángel Dongil han realizado una temporada sorprendente e impresionante. La última hazaña de los vallecanos fue plantar cara al Real Madrid, conjunto dirigido por Guti. Lo hicieron con su gente, en la Ciudad Deportiva, siendo arropados ante uno de los candidatos al título.

Histórica entrada en la Ciudad Deportiva

El Juvenil A saltó al césped como líder de la competición doméstica, con todo por demostrar y por ganar. Durante los noventa minutos demostraron valentía, coraje y nobleza, y junto a ellos, 1.261 personas, según se ha podido saber a través de Unión Rayo, apoyaban a los suyos. El partido más vital para los de Ángel Dongil fue de locos, con los de Vallecas dejando clara su identidad ante los de Chamartín. Finalmente ambos equipos lograron sumar un insólito punto, que tan sólo beneficiaba al Atlético de Madrid -actual líder a falta de sólo una jornada por disputarse-.

Pero la posibilidad de que los de la Avenida de la Albufera levantaran el título si conseguían la victoria, incluso hizo acercarse a la Ciudad Deportiva a la plantilla del Rayo B, aficionados del Cádiz e incluso el presidente de la entidad se dejó ver por allí, Raúl Martín Presa.

Una entrada tan numerosa no se recordaba desde el 2015. De aquella el Real Madrid Castilla, con Zinedine Zidane al frente, visitaba al Rayo B. Los vallecanos necesitaban todo el apoyo de su parroquia en aquel momento, pues se jugaban la permanencia en la Segunda División B.

Una de las jugadas del partido del Juvenil A | Fotografía: Rayo Vallecano S.A.D.
Una de las jugadas del partido del Juvenil A | Fotografía: Rayo Vallecano S.A.D.

Los de Ángel Dongil aún tienen la posibilidad de ganar el próximo domingo ante el Santa Marta y esperar la derrota del Atlético de Madrid para ganar el título. Pero en caso de no lograrlo, la hinchada del conjunto de la franja se sentirá muy orgullosa de cómo, ante tanto apoyo, el Juvenil A del  Rayo Vallecano respondió con una madurez impropia de una plantilla tan joven.