Rubén Baraja comenzaba la entrevista hablando de la situación de Jony, quien dio el susto en Mareo y se retiró antes de tiempo del entrenamiento: “Simplemente venía con un golpe en la rodilla y se ve que no se sentía cómo y ha salido un poco antes”. Acto seguido se empezó a entrar en materia preguntando al técnico rojiblanco dónde estaba en el momento en el que recibió la llamada para entrenar al club y cómo fueron todos los trámites para hacerse oficial su llegada a Gijón: A mí la llamada me pilla en Valencia y la verdad que fue una sorpresa muy grata porque, sinceramente, no lo esperaba. Luego se desencadenó la negociación y a partir de ahí me sentí con las ganas y la ilusión de venir aquí y aquí estoy”.

El técnico vallisoletano se define como un curioso de los equipos en el sentido de que, siempre que puede, observa todos los funcionamientos del mayor número de equipos posibles y, como si fuese cosa del destino, el Sporting de Gijón era uno de esos equipos que él tenía estudiado: “Normalmente siempre que puedo veo cómo se componen las plantillas, cuales son los objetivos que tienen y el Sporting era uno de los que más había seguido. También intentas mirar como trabajan ciertos entrenadores, gente con mucho tiempo en la categoría y Paco Herrera era un entrenador que me gustaba seguir”.

Una vez llega a Gijón, se encuentra con una plantilla que sufría un bajón anímico deportivo y, según afirma, tuvo que mandar un mensaje contundente a sus jugadores: “Principalmente lo que me encuentro es un equipo con un poco de bajón anímico. Un equipo que se encuentra como atascado en la exigencia que tiene un equipo como es el Sporting. El equipo lo encuentro anímicamente bajo y con mucha responsabilidad sobre la exigencia que se tiene”. Uno de los principales motivos que se escuchan por Gijón es que el cercano contacto de Rubén Baraja como futbolista pudo hacer llegar un mensaje de motivación a sus pupilos de otra forma para conseguir mayor efectividad: “No lo sé, yo lo que sí tengo claro es que he sido futbolista recientemente y eso, al final, sí que te hace empatizar con ellos de manera más rápida. He estado también sentado donde están ellos cada día en cada entrenamiento, entonces siempre tratas de recuperar la autoestima del equipo”.

Para finalizar explica la increíble racha de conseguir la excelente racha por la que está pasando el equipo: “Yo en el fútbol no considero ni que haya milagros ni grandes gestas. Yo creo que todo al final depende del trabajo, tenemos una idea y el equipo la ha cogida y trabajo bien. El resultado nos ha acompañado y hemos entrado en una buena dinámica donde el resultado también ayuda. Sí que es verdad que no hay que olvidar de donde venimos y que este camino ha sido fácil”.