El Atlético de Madrid hizo los deberes y derrotó por 2-0 al Sporting de Portugal en la ida de cuartos de la Europa League. El equipo del Cholo Simeone salió en tromba y aplastó desde muy pronto a un equipo portugués que apenas ofreció resistencia, ya que antes de cumplirse el primer minuto de choque ya había recibido el primer gol obra de Koke.

Antes del descanso Griezmann hizo el segundo gol y a partir de aquí el Atlético recogió la ropa aunque no se cerró a marcar algún gol más al contragolpe, pero una victoria por dos goles y sin encajar es un bagaje más que bueno para rendir visita al rival.

Luces y sombras en Lisboa

La capital lusa trae recuerdos agridulces al Atlético y a su afición. Allí disputaron la segunda final de Champions de su historia, esa que tenían en la mano y que se escapó en el descuento. Un mazazo muy duro que amenazaría con reabrir heridas la temporada siguiente, y es que el SL Benfica se cruzaba en el camino del Atlético en la fase de grupos de la Champions.

No obstante en esta ocasión el resultado fue de 1-2 para los rojiblancos que se sacaron de alguna manera la espinita de la final en el Estadio Da Luz.

Ahora la visita del Atlético será al José Alvalade, un campo que le trae buenos recuerdos ya que el último partido que disputó allí se resolvió con un doblete del Kun Agüero en 2010. Un empate a dos que permitía al equipo entonces dirigido por Quique Sánchez Flores avanzar a cuartos de final de una competición que acabaría ganando.

El Sporting, de mal en peor

Por si fuera poco la imagen que dio el equipo de Jorge Jesús no augura una posible remontada. La extrema candidez defensiva y la ausencia de su máximo goleador, el holandés Bas Dost por sanción, dificultan la operación remontada que deben afrontar los portugueses. 

Además la tensión se ha apoderado del vestuario luso ya que, según publicaron medios lusos, los jugadores se han negado a entrenar hoy si su presidente, Bruno de Carvalho, no acudía a explicar la publicación que había colgado en Facebook tras el partido en el Metropolitano. 

El club no tardó en desmentir estos hechos pero han sido los propios jugadores quienes han vuelto a avivar las llamas publicando en sus redes sociales varios mensajes que dan la razón a los medios y admiten que se sienten defraudados por su presidente y desagradados por sus palabras.

Un clima cargado que no parece que se pueda subsanar en lo deportivo. La derrota del pasado fin de semana ante el Sporting de Braga no solo parece sepultar las opciones de que los lisboetas opten a ganar la liga sino que además se encuentran tan solo un punto por encima del cuarto, por lo que tampoco pueden despistarse en la competición doméstica.